El fiscal de delitos de odio, Miguel Ángel Aguilar, solicita cinco años de prisión para los cuatro neonazis que propinaron una paliza a un joven de 23 años, que identificaron como independentista, en octubre de 2019 en Barcelona, tras una protesta contra la sentencia del procés, en Jardinets de Gràcia.
Según relata el ministerio público, los acusados provenían de una concentración en plaza Artós, lugar de concentración de la extrema derecha en la capital catalana. Allí se habían congregado "grupos de ideología ultra", el 17 de octubre de 2019. Entre los 250 asistentes, se pudieron ver saludos "alzando el brazo derecho al grito de Sieg Heil" y cánticos como el Cara el Sol o y banderas de "España preconstitucionales con el águila de San Juan, vigente durante la dictadura" franquista.
Concentración "antifascista"
En el mismo acto, relata Aguilar en su escrito, también se quemó una bandera estelada. Hasta allí también se desplazaron un grupo de autodenominados "antifascistas". Ambas concentraciones se ubicaron en "bandas opuestas de la plaza", bajo un fuerte dispositivo de los Mossos d'Esquadra para evitar incidentes.
Cerca de las nueve de la noche, el grupo ultraderechista abandonó plaza Artós y comenzó a circular en dirección a Jardinets, donde había una concentración independentista en rechazo al fallo del Supremo. Durante el trayecto, prosigue la fiscalía, varios asistentes proclamaron cánticos contra los condenados por el 1-O, al tiempo que realizaban saludos fascistas con el brazo el alto.
Armados con barras de hierro
En un momento determinado, varios grupúsculos abandonaron dicha marcha "con intención clara de buscar personas independentistas para agredirlas". Muchos de ellos, "llevaban objetos contundentes en las manos, como palos y barras de hierro, tubos metálicos y piedras". A pesar de la dispersión policial, varios de ellos, como los cuatro acusados, alcanzaron en Balmes-Roselló a la víctima, al que consideraron "el enemigo a derribar", sostiene Aguilar.
"Movidos por su profunda animadversión a la ideología que le atribuyeron [independentista] y con voluntad manifiesta de menoscabar su integridad física, aprovechando la ventaja que les confería su composición numérica, lo abatieron de forma rápida y conjunta en una auténtica masa de acoso, haciéndole perder el equilibrio muy rápidamente al recibir un fuerte golpe", recoge el escrito de acusación.
Agresión despiadada
Cuando el joven cayó al suelo, los ultras siguieron agrediéndolo "despiadadamente" con palos y barras de hierro, así como propinándole puñetazos y patadas por todo el cuerpo. Un ataque que solo cesó cuando un tercero acudió a auxiliar a la víctima. Tres de los cuatro acusados han estado implicados en "enfrentamientos contra personas de ideología independentista", señala el fiscal.
El agredido sufrió contusiones por todo el cuerpo y perforación de un tímpano, por los que tardó 50 días en recuperarse. También sufrió estrés postraumático. Por todo ello, la fiscalía solicita una pena de cinco años de prisión para los cuatro acusados, así como la prohibición de acercarse a 1 kilómetro de la víctima durante el mismo periodo y la prohibición de asistir a manifestaciones durante una década.
Indemnización para la víctima
En concepto de responsabilidad civil, Aguilar pide que los cuatro indemnicen al joven con 2.800 euros por las lesiones causadas, así como otros 8.000 por el estrés postraumático derivado de la agresión y otros 6.000 por daños morales.