Decir que vivimos en la era digital parece una obviedad, pero a veces hay que recalcarlo para que quede claro y para hacernos una idea de cuánto han cambiado las cosas. ¿Quieres una muestra? Piensa en cómo escuchabas música hace 15 años y en cómo la escuchas ahora. Qué diferencia, ¿verdad? De hecho, ya que has mirado al pasado, vamos a pedirte que te quedes ahí, o te vamos a mandar a golpe de palabra. Miremos atrás para rescatar algunas de esas cosas que ya no se ven tanto entre los amantes de la música.
Algunas rarezas para melómanos que se han perdido por el progreso de la tecnología, pero que las disfrutamos al compás de nuestras melodías favoritas.
Rarezas perdidas
Aparatos que antes estaban por todas partes, sobre todo en casa de los que adoraban la música, ahora son dignos de museo. Hemos recopilado algunas propuestas que ya son auténticas rarezas, algunas que te van a hacer suspirar por aquellos años mozos.
¿Te imaginas cuáles? Seguro que sí. Sigue leyendo si quieres viajar al pasado a través de la música. Atentos, nostálgicos.
Los vinilos y los tocadiscos
Aunque durante un tiempo fueron casi de museo, ya no lo son tanto. De hecho, los tocadiscos y los vinilos son algunas de esas cosas que poco a poco han vuelto al campo de la melomanía. Aparatos pensados para reproducir discos de vinilo y disfrutar de música totalmente fiel a la grabación. Todo en un formato analógico que va muy en contra de lo que se dicta actualmente, con los dispositivos inteligentes, el formato MP3, las plataformas de música y lo digital por bandera.
Los vinilos y los tocadiscos siempre han tenido un toque vintage que los convertía en algo más orientado a coleccionistas y fans empedernidos de lo musical. No obstante, están disfrutando de una segunda juventud que incluso les permite ofrecer más facilidades a las personas que disfrutan con sus canciones favoritas. ¿Cómo? Pues mira esta review y tendrás una respuesta. ¿Sigues con dudas? Pues es fácil. Ahora hay tocadiscos con altavoces integrados, tocadiscos que se conectan a USB para grabar la música y también modelos de todos los tamaños, colores y precios. Hay para todos los gustos, algo único.
El legendario walkman
¿Recuerdas cuando empezó a pensarse en llevarte la música a cualquier parte? Ahora es algo de lo más normal gracias a los teléfonos móviles y, hace unos años, también gracias a los MP3 y los MP4. Pero antes de todo eso hubo algo, una primera piedra que construyó todo el camino hasta lo que tenemos hoy: el walkman. Sí, este aparato estaba pensado para poder escuchar música donde y cuando quisieras. Se encargaba de reproducir las cintas de cassette que se grababan de forma casera, aquellas que se rebobinaban con un bolígrafo dando vueltas, aquellas que se podían enredar y causarte dolores de cabeza.
Esos paratos consumían muchas pilas y ya apenas los vemos, pero que siguen existiendo. De hecho, hay reproductores modernos que simulan su tamaño, su forma y hasta su calidad de sonido. Todo con el fin de transportarnos al pasado. Todo con ese toque vintage que aúna el coleccionismo y la melancolía por tiempos pasados. Ya apenas se les puede ver, porque lo cierto es que su premisa está totalmente desfasada. Pero siempre pueden volver a resurgir. Los vinilos lo han podido hacer.
Las minicadenas clásicas
Ya no se usan porque en su lugar encontramos equipos con barras de sonido que miran ya a dispositivos multimedia y totalmente centralizados. Sin embargo, hay algo en las minicadenas clásicas que nos hace soltar una pequeña lágrima, con aquellos casettes de doble pletina: Equipos centrales que se colocaban en los salones, o incluso aquellos que se llevaban por las calles y que tanto se popularizaron en las películas estadounidenses de los 90. Daban una buena calidad de sonido, la que permitían las cintas de entonces.
Poco a poco fueron evolucionando hasta ser compatibles con música en CD, sumando también funciones de radio y la posibilidad de conectarse a numerosos altavoces. Los últimos avances que llegaron a estos equipos estaban pensados para puros melómanos, antes de que lo digital empezara a asentarse.
Son, en definitiva, cosas que ya no se ven tanto, desde luego, pero que seguramente encontrarás si te adentras en el hogar de algún aficionado empedernido. Quien gusta de la buena música tiene también cierto toque nostálgico que le hace mantener algunos de esos dispositivos que tantas buenas horas musicales le dieron.
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En colaboración con mejorestocadiscos.com