Por unanimidad. Un jurado popular ha declarado culpable de asesinato a la mujer de Girona que drogó y ahogó en la bañera a su hija de 10 años en 2019, a pesar de considerar que, en el momento del crimen, la progenitora tenía "muy disminuida la capacidad para decidir", como consecuencia del trastorno depresivo que sufría.
En cambio, por seis votos a tres, el jurado ha apreciado un eximente de alteración psíquica, por el que la acusada, que confesó el crimen, podría evitar entrar en prisión.
Fiscalía retira su petición de prisión permanente
El veredicto también aprecia la agravante de parentesco y la atenuante de confesión. Además, la parricida evitará la prisión permanente, que inicialmente solicitó fiscalía. El ministerio público pide ahora para ella 20 años de cárcel; la misma pena que la acusación particular. Por su parte, la defensa pide la condena mínima y que la cumpla en un centro psiquiátrico.
En cuanto al momento de los hechos, a pesar de que los cuatro peritos psiquiatras --que declararon en el juicio-- concluyeron que la acusada “sabía perfectamente lo que hacía y sus consecuencias” y que en ningún caso padecía ni “ideas delirantes” ni “brotes psicóticos”, el jurado ha dado por bueno el informe de la defensa.
"Trastorno depresivo"
“Como consecuencia del trastorno depresivo que padecía cuando acabó con la vida de su hija, tenía muy disminuidas sus capacidades para realizar una conducta distinta a matarla para solucionar el grave problema que para ella suponía cuidar sola de su hija y que la menor siguiera sufriendo”, ha considerado el tribunal por unanimidad