Barcelona ha registrado en 2020 un descenso en el número de personas empadronadas en la capital, un fenómeno que no se apreciaba desde el pasado 2007. En concreto, 13.094 personas dejaron de estar registradas en la Ciudad Condal entre enero y octubre el pasado ejercicio, según los datos que maneja el ayuntamiento.
El informe provisional El movimiento migratorio de Barcelona en tiempo de Covid-19 que ha elaborado la Oficina Municipal de Dades (OMD), dependiente del consistorio, sitúa la población estimada de la ciudad en 1,653 millones de personas y constata la ruptura de una tendencia alcista que se mantenía desde 2007.
Segundas residencias
Los responsables municipales relacionan el fenómeno con la pandemia, que ha generado una serie de factores conducentes a este descenso.
Entre ellos, el ayuntamiento cita el traslado de numerosas personas a segundas residencias, fuera del municipio, o a casas familiares como consecuencia de las numerosas restricciones de movilidad que se han decretado durante los últimos meses para atajar los contagios.
Fotografía parcial
Otra de las causas hay que encontrarla en el exceso de mortalidad que se ha producido como consecuencia de las diversas oleadas de contagios. El estudio también habla de una disminución de flujos migratorios, como consecuencia de las citadas restricciones, y también de una leve contracción en la cifra de nacimientos.
El concejal de presidencia, Jordi Martí, ha apuntado que es conveniente esperar unos meses para un análisis más en profundidad de los datos ya que los disponibles hasta la fecha ofrecen aún "una fotografía todavía muy inicial y parcial", que podría consolidarse como tendencia, pero también revelarse como una circunstancia temporal como consecuencia de la pandemia.
Teletrabajo y comercio electrónico
El estudio constata movimientos migratorios en el interior de Cataluña atípicos hasta la fecha y que parecen protagonizados por personas que han dejado Barcelona para instalarse en segundas residencias, algo a lo que ha contribuido la proliferación del teletrabajo y de otros fenómenos como la educación a distancia y el empleo masivo del comercio electrónico.
Respecto a la emigración, se ha incrementado significativamente la preferencia hacia municipios con poca población y fuera del área metropolitana, concretamente en municipios de menos de 5.000 habitantes de las cuatro provincias catalanas.