Tal y como reflejan las encuestas, los españoles otorgan un gran valor a la salud de la vista, no obstante, esta preocupación no repercute en un cuidado mayor. Esto se debe a una falta de conciencia generalizada de los efectos que puede tener la dejadez de los ojos, así como la alta exposición a las pantallas. En muchas ocasiones, las personas no actúan con los problemas de visión hasta que no es demasiado tarde.
En este caso, como en todo lo que tiene que ver con la salud, la información es vital. Al respecto, uno de los mitos más extendidos es que las gafas son mejores que las lentillas y que éstas últimas son todas iguales. Ninguna es cierta. Por ello, en este artículo se desmontará una de las creencias erróneas de las lentes de contacto, que usan actualmente cerca de tres millones de personas en España (el 8% de la población entre 12 y 65 años).
¿Qué recomiendan los expertos?
En España, la mitad de la población (67%) tiene una anomalía visual, según el estudio del Libro Blanco de la Salud Visual de 2019. El problema más habitual es la miopía (28% de la población), un defecto de refracción que comienza en la edad escolar, seguido del astigmatismo (24%) y la presbicia (16%).
Las gafas son el elemento compensador más utilizado tanto por hombres como por mujeres; sin embargo, las lentillas van ganando peso, pero quizá no el suficiente a pesar de las ventajas que ofrecen frente a las gafas: mayor campo visual, mayor hidratación del ojo, mayor comodidad, entre otras.
Tipos de lentillas
En el campo de las lentes, existen diferentes opciones en el mercado: las de un solo uso, las mensuales y las de muy larga duración. Las diferencias entre unas y otras son su durabilidad, pero no son las únicas. Existen otras características que las hacen distintas.
Según la Sociedad Española de Oftalmología, la Sociedad de Retina y Vítreo, la Sociedad Española de Cirugía Ocular Implanto-Refractiva y el Libro Blanco de la Salud Visual, las mejores lentillas son las de un solo uso. El motivo es que al desecharlas día a día, hay un mayor control de que están siempre en estado óptimo. Una de las grandes ventajas es que no hay que limpiarlas, además de que son muy cómodas y prácticas gracias a su permeabilidad al oxígeno (la capacidad de la lentilla para permitir que el oxígeno llegue al ojo por difusión, lo que lo mantiene hidratado y sano).
Menos posibilidades de contraer infecciónes
Asimismo, los expertos destacan que las lentillas de un solo uso reducen al máximo las posibilidades de contraer infecciones, al contrario de lo que sucede con las de media y larga duración. Estas últimas las favorecen este tipo de problemas por la falta de higiene de las propias lentes, agravada por el desconocimiento sobre la higiene ocular. En este sentido, el rol del mantenimiento, limpieza y desinfección regular y adecuada de las lentes de contacto juega un papel crítico.
Si no se hace un mantenimiento adecuado de las lentes, el riesgo de padecer infecciones de la superficie ocular se multiplica exponencialmente. "Y, a día de hoy, se trata de la mayor preocupación de los profesionales que se dedican al cuidado ocular y visual”, advierte Gonzalo Carracedo, doctor en Optometría y Visión por la Universidad Complutense de Madrid y profesor de la Facultad de Óptica y Optometría de la misma universidad.
Fáciles de usar y más seguras
"Una mala limpieza de las lentillas provocará, de inicio, sintomatología de incomodidad, incluso una disminución de la calidad visual por el uso de una lente de contacto que no esté bien limpia", detalla Carracedo, que destaca que el problema con la falta de higiene de las lentes es que "es muy difícil evitar, sobre todo en época de pandemia".
De este modo, las lentes de un solo uso son las más recomendadas porque son más sencillas de usar, son más seguras (no hace falta limpiarlas y, por tanto, no hay apenas riesgo de infección) y son más económicas que las de larga duración, gracias a la irrupción de las suscripciones online.
Hidrogel de silicona
Las desechables también son más innovadoras en cuanto a su composición. Las más novedosas en este sentido son las que incorporan Somofilcon A, un hidrogel de silicona de elevado rendimiento y que permite más paso de oxígeno a la córnea y por tanto más horas de uso. En España las comercializa Hawkers, bajo su propia marca. También hay otras del estilo, pero sin este material aunque también de buena calidad, de marcas como Clarck y Hubble.
El precio de las lentes de contacto de un solo uso por suscripción en España oscila entre los 25 por 30 lentes, las de Hawkers, y los 33 euros por 30 lentes de Clark. En caso de dudas, es fundamental consultar con el óptico u oftalmólogo de confianza que orientará al paciente sobre las opciones más indicadas para cada persona.