Decidir a qué colegio confiar la educación formativa de los hijos nunca ha sido fácil. Sin embargo, el escenario actual todavía complica más la ecuación. A dos semanas del inicio de las puertas abiertas de los centros educativos de nuestro país, muchos padres están en vilo, pues elegirán dónde pasarán sus hijos toda su jornada educativa sin una herramienta fundamental: las visitas presenciales.
“Ciertamente, es mucho más difícil poder captar la esencia del centro a través de una pantalla, puesto que se pierde mucha información al no contar con todos nuestros sentidos. No deja de ser una visión limitada y un reflejo de lo que sería el centro. Ayudaría poder recorrer, tocar, visualizar todos los espacios que elijamos para conocer cómo sería el día a día allí. Podríamos imaginar cómo se sentiría nuestro hijo/a", opina Eva Torreblanca, psicóloga y codirectora en Itadde Psicología Aplicada.
Padres expertos, ¿una solución?
"Imaginemos visualizar a través de una pantalla lo que sería a partir de ahora nuestro centro de trabajo en el que pasaremos la mayor parte de nuestro tiempo y qué sentiríamos al respecto. Por ello, lo ideal sería establecer visitas pautadas con cita previa, más personalizadas”, agrega la misma profesional.
Sin embargo, sostiene, “si dadas las circunstancias no fuera posible, sería interesante que, en esa visita de puertas abiertas virtuales, se pudiese contar con padres que ya pertenecen al centro para conocer su experiencia y poder preguntar desde el rol que a cada cual le corresponde. Generando, por tanto, mayor, detalle y cercanía a lo que sería una visita real”.
La veracidad de los datos
Martina Calzada, periodista, madre de tres hijos y creadora del proyecto Vida con hijos, considera que las puertas abiertas, ya sean presenciales o virtuales, son “jornadas de marketing. Por eso es vital recordar que el marketing está muy bien siempre y cuando haya algo que lo sustente detrás y no que sea una mera cortina de humo sin ninguna base real. Si con las jornadas de puertas abiertas presenciales conviene contrastar la total veracidad de los datos recogidos y buscar otras fuentes de información extraoficiales, con las sesiones virtuales, en las que lo que se muestra está muchísimo más acotado, es estrictamente necesario hacerlo”.
Serán varios los elementos que hagan a una familia decidirse por uno u otro colegio. Pero ¿qué hay que primar? ¿Qué deben tener en cuenta los padres?
La proximidad del centro
Patricia Gutiérrez, creadora del congreso virtual Convivir con un Adolescente: Misión Posible y de la web Viva el cole, admite que uno de los factores que afectarán más a la decisión final será “la cercanía del centro escolar al domicilio. El mejor colegio es aquel al que se puede ir andando. Ya de por sí, los niños pasan muchas horas lectivas en el colegio. Es mucho más enriquecedor que el tiempo de traslado lo inviertan en jugar o en estudiar. Para ellos, y también para los padres, es calidad de vida”.
El proyecto educativo, cree Gutiérrez, “también tendrá bastante peso. Cómo está desarrollado, qué objetivos incluye, cómo es el tratamiento transversal de las materias o la educación en valores”.
¿Hay comunicación?
Otro criterio para tener en cuenta es “la comunicación y participación entre la dirección del centro, los profesores y los padres. Un proverbio africano dice que para educar a un niño hace falta una tribu entera. Esa tribu la conformamos los padres, los profesores y el resto de los familiares o adultos de referencia que estamos alrededor de ese niño”, apuntan desde Viva el Cole.
“Esta participación y comunicación debería ser cada vez más activa: no se puede delegar la educación únicamente en el profesorado, y mucho menos ahora, que los niños tienen tanta información al alcance de un clic. Todos formamos un equipo”, añaden.
El Covid influye
“Actualmente siguen presentes los diferentes aspectos que antes prevalecían, como la filosofía del colegio en coordinación con los valores y estilo de enseñanza prioritario para las familias, los horarios de la jornada educativa, líneas de enseñanza, proyecto educativo, cercanía del hogar o lugar laboral, servicios complementarios… Sin embargo, ha adquirido mayor relevancia la organización de cara a poder mantener la seguridad de los menores (distancia, higiene…)", alerta la psicóloga Eva Torreblanca.
"Ello conservando o acercándose a la dinámica previa establecida, como es poder realizar actividades deportivas o los descansos en los recreos; así como la organización orientada al formato online para aquellos que opten por rotar la impartición de las clases presencial o a distancia. Es significativo para las familias, por tanto, mantener la seguridad al mismo tiempo que permitir que los cambios sean los menos influyentes, asegurando cubrir las necesidades del menor, de cara a relacionarse, desarrollarse, etc.”, señala la misma voz.
Y los idiomas
Los idiomas que imparta un centro son uno de los puntos más fuertes de cara a la elección, “puesto que la demanda social es cada vez mayor. Aunque la mayoría de los centros se va adaptando al bilingüismo, sigue destacando la oferta por el desarrollo y aprendizaje de otros idiomas diferentes menos normativos, como el alemán, chino o francés”, confirma Torreblanca.
La ratio de niños por clase es uno de los ingredientes que antes no se tenían demasiado en cuenta y ahora toma especial relevancia. “Una ratio baja no es algo únicamente recomendable por la cuestión sanitaria, sino que debería ser lo deseable porque sin duda es un factor significativo en la calidad de la enseñanza. En mi opinión, las ratios de los colegios en España han estado muy sobrepasadas. Me gustaría pensar que esta pandemia mundial servirá para que se replantee no superar los 20 alumnos por grupo, pero no solo mientras exista la crisis sanitaria y como medida para la seguridad dentro de las aulas, sino que permanecerá en el futuro para una mejor calidad educativa”, subraya Martina Calzada, de Vida con hijos.
Desarrollo académico
Algo que valorarán las familias, afirma Torreblanca, “será que la enseñanza que elijan sea acorde a los valores que quieren transmitir a sus hijos, dónde también entraría la gestión emocional y de conflictos entre alumnos como prevención de situaciones de acoso escolar, metodología de la enseñanza y medios para cumplir los objetivos".
Estas herramientas serían "tan necesarias para el desarrollo académico como personal del alumno de cara a la motivación o gestión del estrés relacionada con el proceso educativo”.
El online, prioritario
Si bien antes esto no era relevante, la pandemia y la experiencia de un confinamiento largo y forzoso ha puesto sobre la mesa un factor sobre el que reflexionar: la educación online. Para Clara Rodríguez Ilárraz, abogada en Evolvers, es fundamental que se preste especial atención a cómo está aplicando el colegio la educación online cuando hay, por ejemplo, un confinamiento por positivo de un alumno o un profesor. “Es importante que formulemos varias preguntas: ¿Van a hacer clases desde las 9 hasta las 5 o se van a limitar a mandar un email con deberes? ¿Van a tener unas conexiones con plataformas online adecuadas? ¿Van a hacer una reducción de precio en el caso de que nos vuelvan a confinar?”, se pregunta.
Esto último no es para nada un problema menor. Varios colegios privados españoles, como por ejemplo el Liceo Francés, han puesto en pie de guerra a los padres de sus alumnos. Con una caída casi total de la actividad lectiva durante el tercer trimestre escolar de 2020, el centro educativo hizo oídos sordos a los requerimientos de los padres y no rebajó ni un euro de las cuotas mensuales (pagan alrededor de 5.700 euros al año). El caso está en manos de la justicia.
Educación telemática
Pero más allá de lo económico, “en tiempos de pandemia, apostar por un centro educativo adaptado a la utilización de diversos formatos y plataformas, con o sin el uso de la tecnología, para facilitar el aprendizaje a distancia, mejorará el bienestar de los hijos", añade la letrada madrileña.
"Más aún cuando en el ámbito educativo gran parte de las medidas que se han adoptado están relacionadas con la suspensión de las clases presenciales”, apostilla la misma fuente.
Pero, ¿es el online de calidad?
En ese sentido, Martina Calzada, de Vida con Hijos, invita “tanto a las familias que buscan colegio, como las que ya tienen a sus hijos escolarizados, a pensar si las sesiones educativas virtuales que se ofrecen en el centro escolar están a la altura, si creen que se ofrece de manera óptima o bien podrían optar a otro centro que gestione mejor esta forma de enseñar. Los padres que buscaron colegio pre-pandemia no pudieron sopesar el factor de la educación telemática porque en su elección de colegio ni tan siquiera existía la opción de la teleducación, un factor determinante en la educación actual”.
Para ello recomienda su guía gratuita Visualiza Vuestro Colegio Ideal, “que además de servir para descubrir la opción educativa que mejor encaja con cada familia, ahora incluye un apartado de validación para comprobar que el colegio elegido cumple en la actualidad con lo que la familia desea en la educación de su hijo”.