El Observatorio del Ebro registra 28°, la temperatura más alta en enero desde 1904
El anterior récord se había producido en 2007, con una marca de 26° en el primer mes del año
28 enero, 2021 18:57La estación meteorológica de la Aemet situada en el Observatorio del Ebro, en Tarragona, ha registrado a las dos del mediodía de hoy una temperatura de 28,1º. Se trata de la máxima más alta registrada en un mes de enero desde 1904, año en que este observatorio empezó a recopilar información.
El jefe de Predicción Meteorológica de la Aemet en Barcelona, Ramon Pascual, ha explicado a Efe que esta efeméride meteorológica es aún provisional. Antes de darla por buena se someterá a un proceso de revisión, aunque "probablemente se aceptará".
Desde 2007
Pascual ha destacado que esta inusual temperatura no sólo ha batido el récord del primer mes del año, sino que también es más alta que la medida hasta ahora en este observatorio en un mes de febrero. La anterior marca de más calor en el primer mes del año era dos grados más baja y correspondía a 2007.
El meteorólogo ha detallada que esta temperatura tan alta se ha registrado porque la mínima también ha sido elevada, de 17º, y ha confirmado que en otras poblaciones de la provincia de Tarragona hoy se habrán superado los 26ºC en pleno invierno. Pascual ha reconocido que está siendo "un mes de enero muy contrastado", con temperaturas extremadamente frías que han dado paso a dos días de calor también inusual.
Vuelta a la normalidad
De la misma forma ha anunciado que el tiempo se normalizará a partir del próximo sábado por la tarde. Otras estaciones meteorológicas que han registrado temperaturas muy altas han sido las de Reus (24,6º) o Tarragona (24,2º).
El meteorólogo José Ángel Núñez ha explicado hoy en el blog de la Aemet que "es incuestionable" que las temperaturas están ascendiendo en las últimas décadas. Sin embargo, ésto "no significa que ya nunca vaya a hacer frío o que cada invierno vaya a ser más cálido que el anterior, de hecho se siguen produciendo algunos récords de días fríos, aunque mucho menos de lo que cabría esperar dentro de un clima estable". En ello, advierte, “tiene mucho que ver la actividad humana”.