La Sagrada Familia de Barcelona ha reanudado hoy las obras, paralizadas a causa del Covid-19 desde marzo pasado. El objetivo es acabar la Torre de María en 2021, que alcanzará los 138 metros de altura con la colocación al final de este año de un pináculo en forma de estrella en su cúspide. Así lo ha anunciado el presidente delegado del patronato de la Sagrada Familia, Esteve Camps.
Los responsables de la construcción de la basílica ideada por Antoni Gaudí prevén que si las medidas sanitarias lo permiten, en este primer trimestre de 2021 ya se coloquen los primeros paneles de piedra de la corona. A lo largo del tercer trimestre se instalarán la dos grandes piezas del fuste y, en diciembre, la estrella que coronará la torre.
El ERTE se mantiene
Con la paralización de las obras, la construcción de la Sagrada Familia no podrá acabar en el año 2026 como estaba previsto. Su finalización quedará condicionada al regreso de los turistas, ya que la financiación de los trabajos viene de la venta de entradas en el templo. Y son los visitantes internacionales los que hacen horas de cola para visitarla.
La situación económica del templo debido a la caída de visitas ha obligado a la Junta Constructora a aplicar un ERTE a la mayoría de trabajadores. Solo serán desafectados y podrán volver a trabajar unos 14 para ejecutar el proyecto previsto para el ejercicio en curso.