La borrasca Filomena podría haber llegado a dañar el 80% de los cultivos de olivo. Así lo ha confirmado la Unió de Pagesos, que está a la espera de disponer de datos más precisos que permitan valorar mejor el impacto real.
Ante esta situación, el sector solicita ayudas inminentes a la Generalitat para paliar los devastadores efectos que el mal tiempo causará en las cosechas del campo catalán.
4.300 euros por hectárea
Las pérdidas que tendrán los productores de olivo se extenderán en los próximos cinco años, y pueden llegar, como mínimo, a los 4.300 euros por hectárea dañada. Es por esta razón que requieren al Govern una “actuación rápida”.
El paso de Filomena ha arrancado muchas ramas de los olivares y se ha cebado con unas comarcas muy concretas: La Terra Alta (Tarragona), la Ribera d'Ebre (Tarragona), el Priorat (Tarragona), les Garrigues (Lleida), el sur del Segrià (Lleida) y el Urgell (Lleida).
“Cosechas nulas”
El impacto de la borrasca ha sido más evidente en aquellos arboles más jóvenes, y hace prever “una importante bajada en las próximas cosechas”. En algunos casos, éstas podrían llegar a ser “nulas o casi nulas”.
Con el fin de paliar la situación, Unió de Pagesos permanece en contacto con algunas Denominaciones de Origen Protegido de las zonas más asoladas. Con esta intervención se pretende hacer un frente unitario para dar respuesta a la situación del sector, que permita determinar las actuaciones “necesarias” para un potencial plan de recuperación.