Cataluña detiene operaciones con las listas de espera más largas de España

Cataluña anunció ayer lunes que detiene operaciones quirúrgicas no urgentes por la presión de la pandemia. El Gobierno catalán, no obstante, soslayó que el parón en la programación no esencial ni urgente impactará sobre unas listas de espera disparadas. La quirúrgica es, de hecho, la mayor de España, con más de 167.000 pacientes, cifra que supera la de Andalucía (143.000) y Madrid (60.600). Por si fuera poco, el coronavirus ha engrosado las demoras del paciente en sus fases iniciales: las pruebas diagnósticas y las visitas al especialista, tal y como explican fuentes del sector sanitario.

"La lista de espera quirúrgica en Cataluña se ha estabilizado desde marzo de 2020 por dos motivos", detallan. "Uno, por el aumento de actividad en mayo tras la primera ola de la pandemia. Se recuperó todo lo que no se había podido hacer desde el inicio de la crisis sanitaria. Y dos, porque se aplazaron muchas pruebas diagnósticas y consultas externas. Si un médico no te diagnostica, no te ordenará que pases por el quirófano". "Es por ello que no se percibe un gran aumento de personas en lista de espera para operarse. Porque aún no han llegado a ella", agregan los mismos interlocutores. 

Más tiempo para explorar y visitarse

En efecto, la lista de espera catalana, la peor de España en el terreno quirúrgico, se mantiene casi inalterada e incluso baja desde el inicio de la pandemia. Pero crece, y mucho, en las fases preoperatorias: las pruebas diagnósticas y las consultas al especialista. Ejemplos. Los pacientes que esperan una ecocardiografía en la sanidad pública en Barcelona ciudad aguardaban en diciembre de 2020 hasta 73 días, por 53 en enero del mismo año, antes de la pandemia. Las mamografías, prueba clave para detectar anomalías en los senos de la mujer, conllevan un retraso de 95 días, por 85 que se registraban 12 meses atrás. 

Ocurre algo similar con las visitas al especialista. Los vecinos de la capital catalana esperaban 90 días para visitar al cardiólogo por el circuito público en diciembre. Eran apenas 67 días en enero del 2020. El ginecólogo tenía la agenda llena durante 88 días hace un mes, por 56 días a principio del ejercicio anterior. Uno de los casos más palmarios son las visitas preoperatorias con el cirujano general. En diciembre de 2020 se tardaban 92 días en tener hora para este especialista, cuando a principios de año bastaban 60 días. 

Los hospitales desprograman lo no urgente

Esta presión sobre las listas de espera en Cataluña se acrecentará en los próximos días. Ello es así porque los grandes hospitales catalanes ya están desprogramado cirugías no urgentes. Uno de los primeros que abrió el fuego fue el Hospital Parc Taulí de Sabadell, que aplazó todo lo que no era cirugía oncológica y cardíaca antes de Navidad. Demostró anticipación, ya que el resto de los centros del sistema público le ha seguido. 

La consejera de Salud, Alba Vergés, admitió ayer que la actividad no urgente se está paralizando, sin entrar en detalles. Desde el sector sanitario sí los dieron. Además del Taulí, han retrasado entradas al quirófano el Hospital Universitari de Bellvitge (HUB) o el Hospital de Igualada, este último por las derivaciones desde residencias de mayores. El Germans Trias i Pujol de Badalona, conocido como Can Ruti, se lo plantea ante la presión asistencial al alza. Todo ello contribuirá a que Cataluña cronifique una larga lista de espera en la sanidad pública, a corto plazo, y que la engrose cuando el sistema recupere la normalidad.