Un hombre ha sido detenido por estar presuntamente relacionado con la muerte del oso Cachou, cuyo cadáver fue hallado el pasado mes de abril en un bosque de Lleida. La posterior necropsia confirmó que el animal había sido envenenado.
La actuación de los Mossos d'Esquadra, en colaboración con Agents Rurals y el Conselh Generau d'Aran, también ha derivado en la citación como investigado de una segunda persona en relación con este caso.
Cinco implicados
En concreto, se trata del conselhèr del Consejo General de la Vall d’Aran, José Antonio Boya, ahora en la oposición. Boya es natural de la localidad de Les, donde se encontró el cuerpo sin vida de Cachou.
Las pesquisas apuntan a que hasta cinco personas podrían estar relacionadas con la muerte del oso, que habría protagonizado varios ataques a cabezas de ganado en el valle de Arán, lo que había generado inquietud en la zona.
Uso de anticongelante
De acuerdo con la investigación, uno de los implicados sería quien facilitaba información a otros sobre los movimientos del mamífero, por lo que se sabe que tenía acceso a los datos del GPS que llevaba.
Otro de los sospechosos estaba "claramente vinculado” con organizaciones contra la liberación de osos en el Pirineu, y en varias ocasiones y de forma pública había manifestado que se podía matar a un oso con anticongelantes.
Accidente descartado
Precisamente, en la necropsia practicada al cadáver del oso Cachou se encontraron en su organismo restos de etilenglicol, un producto químico presente en altas concentraciones en los anticongelantes de vehículos.
Un extremo que confirmó que la muerte del animal se había producido por una intoxicación y no como consecuencia de un accidente como se sospechó en principio por la zona en la que se había encontrado.