Durante la última década hemos visto un gran cambio en el mundo de los negocios, o como muchos otros lo definirían, una gran evolución. Prácticamente todo lo que nos rodea a día de hoy se ha convertido en un negocio. Incluso nuestras propias vidas pueden llegar a serlo, ejemplo de ello son los tan de moda influencers. Generar dinero a partir de aquello que nos apasiona es la llave del éxito, la clave está en saber sacarle partido y, más importante todavía, ser único.
Marcar la diferencia
En el sector del ocio, existen muchas variedades y modalidades: algunas a partir del éxito un proyecto anterior y otras que intentan ser influyentes y tener su propia seña de identidad que las diferencie. En lo referente a juegos, por ejemplo, más de una marca ha hecho alguna que otra réplica del mítico juego de Mario Bros.
En cambio, en el famoso juego de cartas, el póker, cuyos juegos ya sean los clásicos como los juegos online de Texas Holdem póker en 888 o de distintas modalidades, cada marca elige su diseño y opciones que hagan que se diferencie de los demás. Y lo mismo ocurre con el cine, hasta Netflix ha decidido crear su contenido cinematográfico y ofrecer un estilo propio. Pero, ¿cómo ha llegado Netflix hasta aquí?
Su origen
Todos conocemos a la marca y los productos que ofrece (y que tanto nos gustan), pero pocos son los que conocen su origen. Netflix fue creada en el año 1997 y se parecía mucho a un videoclub de la época, solo que aquí no pagabas penalización. Lo que empezó a diferenciar a Netflix de cualquier otra forma de “alquiler de películas” fue el streaming y, a partir de aquí, empezó a crecer sin parar.
Es por el 2015 cuando comienza a expandirse internacionalmente y a ser mundialmente conocida. Con una pequeña suscripción mensual tenemos la posibilidad de visualizar cualquier película o serie que se encuentre en la plataforma. Es como si tuviésemos uno de esos viejos videoclubs de los 90, pero a gran escala y en nuestra propia casa; un sueño hecho realidad para muchos fanáticos del séptimo arte. A día de hoy, Netflix cuenta ya con casi 140 millones de usuarios y sus cifras aumentan día tras día.
Innovación continua
Lo cierto es que la plataforma no deja de sorprendernos. Desde no hace mucho podemos visualizar los contenidos de manera offline, algo muy interesante puesto que hay ocasiones en las que no disponemos de conexión a internet. Ser suscriptor de Netflix en el 2020 te permite poder ver películas o series mientras viajas en avión o esperas en la consulta del dentista.
Además, desde 2011, la compañía empezó a producir sus propias películas y series made in Netflix. Esta nueva idea de Netflix ha revolucionado la clásica industria cinematográfica y, sobre todo, la pequeña pantalla. Sin necesidad de ser estrenadas en el cine, las películas, documentales o series de Netflix están al alcance de todos sus suscriptores, que pueden verlas una y otra vez por una pequeña mensualidad. Con lo que puede costarnos una tarde de cine, incluyendo las palomitas, podemos disfrutar durante todo un mes de una amplia y variada cartelera en el sofá de nuestra propia casa. Sin duda, una de las mejores ideas de los últimos tiempos.
Contenido propio
La primera producción de contenido original de Netflix fue la serie House of Cards, un drama político que actualmente cuenta con cinco temporadas. A esta serie le han seguido otras como Stranger Things, The Crown o La maldición de Hill House, tres de las series más exitosas de los últimos años. Las producciones originales de Netflix, tanto series como películas, están teniendo una gran aceptación por el público y lo cierto es que, los seguidores esperan ansiosos los estrenos de las nuevas temporadas para hacer una maratón de capítulos, por lo que, apostar por sus propias producciones ha sido uno de los mayores éxitos de la plataforma. De hecho, la creación de sus propios contenidos viene propiciada por las dificultades que empezaron a encontrar con algunas productoras a la hora de emitir sus contenidos. Una solución a un pequeño problema que ha resultado ser todo un hito comercial.
Los contenidos de propia creación son, por tanto, una de las claves del éxito de Netflix, una idea que, a pesar del paso de los años, sigue en auge. Pero, ¿a qué se debe? La cuestión es muy sencilla y puede que te sientas identificado con ella. Cuando Netflix estrena una serie de contenido original, tiene todos los derechos sobre ella y sobre su divulgación, no se puede ver en ningún otro sitio ni de ninguna otra manera que no sea pagando una suscripción mensual. A esto hay que añadirle, por supuesto, las historias diferentes, entretenidas y con una muy buena trama, que son las que hacen que los usuarios nos enganchemos a ellas. A partir de aquí, se entabla una relación duradera que se mantiene en el tiempo tantas temporadas como Netflix quiere. Es por ello que, durante los últimos años y estreno tras estreno, se ha asegurado unos suscriptores fieles a la marca y que apuestan por los contenidos originales. Añadido a la buena fama que le ha otorgado el éxito de sus series originales, hace que la marca “producido por Netflix” sea sinónimo de entretenimiento asegurado.
En definitiva, el principal factor del triunfo de Netflix es que han sabido escuchar a sus suscriptores, conocerlos y entender qué necesitaba el mercado de las plataformas online. El resultado ha sido su apuesta por series y películas de contenido original, para ser una plataforma innovadora en su sector, con un éxito que ha superado cualquier expectativa. Por eso se ha ganado el primer puesto en el ranking de plataformas streaming, por delante de todos sus competidores.
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