La pandemia causada por el COVID-19 ha tenido un impacto extremadamente negativo en la economía mundial. Mientras un reducido grupo de nichos se ha visto beneficiado, la gran mayoría se han visto afectados, y en otros el impacto ha sido directamente devastador. La Industria Musical, por desgracia, entra en el último grupo.
Desde el inicio de la pandemia, se tuvo que cancelar cualquier evento que implicara multitudes, especialmente si estaba programado en lugares cerrados. En consecuencia, hubo una cancelación masiva de eventos de música en vivo, se suspendieron los conciertos. Las pérdidas del sector fueron de las más brutales registradas durante la pandemia.
Lo peor es que para la industria musical estos cierres fueron apenas el inicio de lo que sería su situación actual. Conciertos, festivales, musicales y giras han quedado canceladas indefinidamente. El impacto sobre la industria ha sido profundo.
Los servicios de streaming musical
Parece completamente contradictorio, pero ha bajado también el uso de las plataformas de streaming musical, a pesar de que Netflix y otras plataformas de contenidos audiovisuales han incrementado de manera exponencial sus ingresos y su número de suscriptores. Pero este descenso de usuarios tiene una causa fácil de entender: El problema es que muchos solían usar estos servicios de música al desplazarse hacia el lugar de trabajo o estudio, algo que ya ocurre con menor frecuencia.
Habiendo una disminución de la movilidad en general, la gente ha optado por las transmisiones de vídeo como forma de entretenimiento en lugar de escuchar música. Esto explica por qué las plataformas de contenidos audiovisuales han tenido ganancias históricas, mientras que el panorama es opuesto para la industria musical.
El secreto para sobrevivir a la pandemia
Es la pregunta que tuvieron que hacerse los artistas musicales cuando entendieron la situación tan comprometida en la que se encontraban. Por ejemplo, la plataforma Twitch aumentó su audiencia en un 31% en apenas 2 semanas, entre el 8 y 22 de marzo de este año.
Por lo tanto, sí hay formas de entretener a la gente. La transmisión de vídeo a nivel usuario ha presentado un incremento constante de tráfico desde el 19 de marzo. Consultando a Javier García, CEO de la plataforma Free Music Projects, empresa especializada en descargas de música sin copyright para la creación de vídeos en redes sociales, nos confirma un aumento en el número de descargas musicales para sincronización en vídeos durante los meses de pandemia.
Reinvertarse o desaparecer
Los artistas, para presentar su música, han tenido que innovar, además de recurrir aún más a las redes sociales y YouTube. Esto lo podemos ver en artistas latinos como Bad Bunny, cuyo clip de la canción “Perreo sola” se volvió viral como nunca había pasado en su carrera, lo cual es mucho decir. Lo mismo pasó con J Balvin, que siguió adelante con su último álbum, “Colores.”
Los dos casos tienen algo en común: dan de qué hablar y generan el revuelo en las redes. Es verdad que en ningún caso se ha generado una polémica con reacciones negativas. La única consecuencia real tangible, es el número de visitas del vídeo y álbum en YouTube, y la fuerte presencia en redes sociales de sus seguidores.
Conciertos virtuales
Gracias al proceso avanzado de digitalización, vemos como casi todo tiene su equivalente virtual. Clases virtuales, trabajo a distancia, conciertos virtuales... Parece un poco extraño, pero los conciertos por Internet ya existían desde antes, aunque ahora son más populares.
Actualmente, no es raro ver que se organicen conciertos en línea en plataformas como Twitch. Muchos son abiertos al público general, y otros son mediante suscripción, lo que supone otra vía de ingresos alternativa para artistas y creadores de contenido.
¿Cómo apoyar a los músicos en este momento?
Es posible hacerlo, necesario e intrínsecamente humano. La música es necesaria para cualquier industria. Publicidad, radio, televisión, Internet, activación del punto de venta (hilo musical), son formas de generar derechos y beneficios para artistas y creadores.
El virus se irá, pero la música siempre permanecerá presente en nuestras vidas. No sabemos que le deparará el futuro a la industria Musical, pero sabemos que la música y el arte son necesidades vitales.
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