Golpe al tráfico de especies protegidas. La Guardia Civil ha detenido a 21 personas por cría, posesión, comercio y tráfico de reptiles protegidos en Barcelona, Girona, Madrid y Coruña. Entre ellos, tortugas valoradas en 30.000 euros.
En total, los agentes se han incautado de 300 especies de reptiles que en el mercado negro habrían alcanzado un valor de 800.000 euros. Los traficantes se valían de “mulas” que llevaban huevos de los animales en maletas, para poder sacarlos a través de las fronteras de sus países de origen --bien en los continentes americano, asiático o africano-- hacia Europa.
Mulas y veterinarios
Para ello, los detenidos utilizaban documentación falsa o empleaban la de otros animales similares, procedentes de cría o tenencia autorizada. Además, junto con los grupos desarticulados, los agentes también han desmantelado una red de “mulas”, cuya principal misión era viajar hasta los países de origen de los animales y, una vez allí, exportar las especies usando "métodos de ocultación", indica el instituto armado.
La Guardia Civil también ha destapado una red de veterinarios que elaboraba la documentación falsa, facilitando con ello el “blanqueo” de los animales obtenidos a través del tráfico ilegal.
Delito medioambiental
La Guardia Civil señala que el delito medioambiental se ha convertido en "una de las actividades más lucrativas, moviendo cada año miles de millones de euros". En términos de delincuencia organizada constituye, junto al tráfico de seres humanos y el de drogas, una de las "amenazas más importantes a nivel global".
Esta operación se ha llevado a cabo con la colaboración de Europol, así como de los Agentes Rurales de Cataluña.