La curva de contagios y fallecidos en Cataluña sufre un notable repunte este jueves. Desde el último balance --en el que se detectaron 3.710 positivos y 38 muertes--, 5.024 personas más se han contagiado y 66 personas han muerto, según los datos del Departamento de Salud. En total, 14.378 personas han perdido la vida en la comunidad autónoma a causa del virus, con el que 285.233 catalanes han estado en contacto.
Durante la última semana, Salud ha realizado 237.357 pruebas PCR y 40.584 tests de antígenos, de los que el 11,54% han dado positivo. Esto significa que la incidencia acumulada de casos en los últimos 14 días es de 818,22 positivos por cada 100.000 personas, una cifra todavía elevada.
Los hospitales, estables en la gravedad
La situación en los hospitales siguen sin ser buena, aunque parece que el aumento descontrolado de ingresos experimentado la semana pasada se ha frenado. Por lo que respecta a los pacientes Covid en planta, los centros hospitalarios catalanes han contabilizado 2.770, 38 más que ayer.
En cambio, las unidades de cuidados intensivos (ucis) mantienen el descenso de enfermos graves iniciado ayer. A día de hoy, quedan 485, 4 menos que en la última jornada, aunque la cifra sigue siendo extremadamente alta.
Sigue bajando el riesgo de rebrote
Pese a estos datos, el riesgo de rebrote y la velocidad de transmisión del virus --dos de los indicadores más importantes para conocer el comportamiento del coronavirus en la región-- se mantienen a la baja. Concretamente, el riesgo de rebrote pasa de 747 a 739. Esta es una buena noticia, ya que el pasado 23 de octubre llegó a superar los 1.000 puntos.
Por lo que respecta a la velocidad de transmisión del virus, el número Rt sigue por debajo de uno, en 0,95. Los expertos repiten desde hace semanas que es necesario mantener esta cifra en torno a estos parámetros para poder contener el avance del coronavirus, ya que significa que cada infectado contagia a menos de una persona de media. Por ahora, la evolución es más optimista que a principios de semana y parece ser que las medidas que se aplicaron empiezan a dar sus frutos. Con todo, se advierte de que no se puede pecar de optimismo.