Un 36% de las personas que se contagian de coronavirus desarrollan problemas neurológicos. Entre los más comunes que acucian a estos pacientes están los síntomas neuropsiquiátricos y cognitivos, según un estudio de la Fundación ACE-Barcelona Alzheimer Treatment & Research Center, publicado en la revista Frontiers in Aging Neuroscience.
Los deterioros neurológicos aparecen, sobre todo, en la población de edad más avanzada, que, a su vez, es la más castigada por el Covid-19. Además, es común que estas personas padezcan demencia u otras enfermedades relacionadas con ella.
Covid-19 como antecedente
Ante estas evidencias, los investigadores piden que el coronavirus se tenga en cuenta como antecedente en las evaluaciones neurológicas de las personas que lo han sufrido. La recomendación principal es que las personas que han superado el virus sean "evaluadas periódicamente" con revisiones cognitivas y neuropsiquiátricas integrales. Además, deberían poder contar con programas de rehabilitación cognitiva, para prevenir o paliar secuelas a largo plazo
El estudio reconoce, no obstante, que todavía se desconoce si estas afectaciones cognitivas y neuropsiquiátricas pueden persistir a largo plazo o solo se dan durante los episodios de Covid-19 y los meses más inmediatos. Pese a ello, los investigadores señalan que "estudios previos en supervivientes afectados por otros virus respiratorios y enfermedades críticas han encontrado secuelas en algunos pacientes años después de sufrir la enfermedad".
El estudio
El estudio se ha elaborado a través de la revisión de 102 artículos científicos y analiza las afectaciones cognitivas y neuropsiquiátricas que el coronavirus ocasiona. Los trastornos potenciados más comúnmente por el virus son el insomnio, el estrés postraumático, la depresión y la ansiedad. La hipótesis sostiene que dichas manifestaciones pueden estar inducidas porque la infección viral afecta al sistema nervioso, a las respuestas inmunitarias e inflamatorias secundarias o incluso por el uso de ventilación mecánica o sedación.
Así mismo, los expertos también han estudiado por qué estos problemas neurológicos tienen un impacto tan "desproporcionado" en la población de edad avanzada --sumándose a su alta tasa de hospitalización y mortalidad--. "El aislamiento, la falta de control del tratamiento, la pérdida de visitas médicas, el parón en las actividades de estimulación cognitiva y los sentimientos de tristeza o falta de comprensión de las medidas de distanciamiento físico han puesto aún más en evidencia la vulnerabilidad del colectivo", asevera el estudio.