La irrupción en escena del coronavirus ha provocado un aumento del número de las personas sin hogar en todo el territorio español, y ha incrementado “un 25% la necesidad de plazas” para ellas, según un informe emitido por Cáritas bajo el título Las personas en situación de sin hogar acompañadas por Cáritas. Contexto en 2019 y durante el estado de alarma y la Covid-19. Pero el dato cobra más fuerza si se añade que la organización está a punto de desbordarse.
La organización, que gestiona 5.448 plazas para personas sin hogar a través de una red de 469 centros en todo el país, estima que unas 40.000 personas viven en la calle en España. La encuesta desvela el impacto que la pandemia está teniendo en la red de acogida a los sintecho. En concreto, en los meses del primer estado de alarma, la confederación sumó 13 nuevos centros y 1.407 nuevas plazas, llegando a gestionar 6.800 para atender a personas sin hogar.
Cuatro de cada diez familias tendrán que dejar sus casas según Cáritas / EP
Urgen soluciones inmediatas
Este aumento ha puesto al borde de la saturación la red de acogida y acompañamiento de Cáritas para las personas sin hogar, por lo que urgen alojamientos de continuidad y medidas alternativas para todos los sintecho afectados por la pandemia.
Una mujer sin hogar / PIXABAY
Ante este panorama, agravado por la llegada del frío y por las nuevas restricciones impuestas por el Estado y la Comunidades Autónomas para tratar de frenar el avance de la segunda ola, la entidad pide una respuesta urgente por parte de la Administración. “Estamos entrando casi en el invierno y la pandemia avanza con más virulencia, los hospitales están otra vez cerca del colapso y nuestros recursos en Cáritas están a punto de desbordarse. Necesitamos urgentemente nuevas medidas también a largo plazo”, es el aviso lanzado por Thomas Ubrich, del Equipo de Estudios de Cáritas.
Perfil: varón de entre 45 y 64 años
Durante el último año, la red de Cáritas para personas sin hogar atendió a 39.483 ciudadanos. El perfil general es el de un varón que tiene entre 45 y 64 años y de nacionalidad española. De hecho, el 53,5% son españoles y el 46,5% restante, extranjeros. De este segundo grupo, siete de cada diez son de origen extracomunitario, y tres de cada diez proceden de un país de la Unión Europea.
Los rebrotes de contagio y las nuevas medidas de confinamiento afectan especialmente a los más vulnerables. De ahí la advertencia lanzada por Ubrich de que en esta segunda ola sus recursos “están al borde de la saturación, a punto de desbordar” su capacidad para responder a las necesidades de las personas sin hogar. “No podemos olvidar que la vivienda es la primera barrera de protección para preservar la salud, la vida y la dignidad”, añade.
Más de 7.000 mujeres y 1.000 menores de edad
La encuesta revela los distintos perfiles de vulnerabilidad que presentan las personas acompañadas por la organización a través de sus recursos. Especialmente dura es la realidad que sufren cerca de 7.100 mujeres sin techo o sin vivienda que reciben su atención, muchas de las cuales se ven en la calle tras haber sufrido violencia. Además, también sostienen a más de 1.000 niños y adolescentes que foman parte de familias sin vivienda habitual y a 7.300 jóvenes entre 18 y 29 años, muchos de ellos extutelados que salen de los centros de menores sin un alojamiento alternativo.
Por último, el informe alerta de que la pandemia ha provocado un notable descenso del número de personas voluntarias de la red de atención a personas sin hogar, casi 700 menos, por ser población de riesgo ante el Covid y debido a las propias circunstancias de la crisis. Son los invisibles de la crisis del coronavirus.