Una de las joyas del modernismo catalán cierra sus puertas. La Casa Batlló de Barcelona anuncia que baja la persiana hasta nuevo aviso por "destrozos irreparables" que habrían causado empleados subcontratados, en huelga desde el pasado 8 de octubre.
Se trata de trabajadores de Staffpremium, a quien los responsables del edificio acusan de haber causado desperfectos "intencionados" en "elementos patrimoniales", como las vidrieras de la fachada, por "desacuerdos internos" sobre su situación laboral.
Amenazas
Desde la dirección del inmueble, han indicado que, desde el inicio de los paros, "han sufrido amenazas, difamaciones, agresiones y constantes agravios contra la plantilla, contra visitantes y contra el propio Patrimonio Mundial".
Más de una docena de manifestantes se concentran periódicamente frente a la Casa Batlló con pancartas, megáfonos y pitos "estridentes a un volumen nocivo para la salud, asediando al visitante y provocando que dos empleados hayan requerido asistencia médica por problemas auditivos".
Manifestantes "encapuchados"
Los daños, según la dirección, los habrían ocasionado un grupo de "manifestantes encapuchados que lanzaron piedras contra el edificio, rompiendo parte de los emplomados originales de 1906 recientemente restaurados, provocando daños irreversibles", el pasado sábado, 24 de octubre.
Señalan así que el cierre obedece a evitar posibles "agresiones físicas y para proteger un edificio que más allá de un negocio es Patrimonio Mundial".