Hay muchas cosas que se le puede pedir a un seguro de hogar: Que sea efectivo, que sus coberturas sean excelentes, que cuando ocurre alguna incidencia se resuelva con prontitud, en definitiva, que nos haga sentir protegidos. Sin embargo, existe un tema de actualidad que quita el sueño a propietarios, sobre todo de segundas residencias. Hablamos de las okupaciones de domicilios, un problema que tiene una solución compleja y que se suele dilatar en el tiempo. Los okupas pueden causar problemas añadidos a la propia estancia en la vivienda, daños, suciedad, molestias o sensación de inseguridad son algunas de las más comunes.
Efectivamente, ya es posible contratar un seguro antiokupas que cubra este tipo de contingencias. Se trata de una cobertura especial que puede venir muy bien a quienes tengan viviendas vacías y teman que puedan okuparse. Si se produce una okupación, el seguro se pone a disposición del cliente para atenderle de forma jurídica, ofreciéndole asesoramiento. Igualmente, se pone a nuestro servicio a la hora de cubrir los diferentes actos vandálicos que puedan producirse. Como propietario, tienes además que ejercer unos derechos sobre tu vivienda en el caso que esta fuese okupada. El seguro responde en estos casos, ya que gran parte de los propietarios afectados se reconocen incapaces de comenzar el proceso. Tener a tu seguro contigo en estos momentos, y que te indique los procedimientos o redacte los escritos pertinentes, es una ayuda inestimable.
Diferentes tipos de seguros
Un seguro hogar antiokupas ofrece la cobertura jurídica adecuada en el caso de las demandas de terceros, y que vienen derivadas de las acciones de las personas que han okupado la vivienda. Es muy importante poder hacer frente a este tipo de contingencias, porque generalmente suelen llevar aparejadas acciones que escapan de la normal convivencia. Dicho de otra manera, la posibilidad de que unos okupas causen daños a otros vecinos por, a modo de un ejemplo, un grifo abierto, son elevadas. Los daños eléctricos que provocan al realizar enganches ilegales pueden dar lugar a incendios. Dicho de otro modo, okupar suele ser bastante más que entrar a vivir a una vivienda que no es de tu propiedad.
En todo caso, si bien hay seguros que ofrecen coberturas ante estos hechos, conviene siempre hacer una comparación de todo lo que ofrecen. Por ejemplo, la referida a daños como graffitis no suele contemplarse, de ahí la necesidad de hacer un buen estudio entre los diferentes seguros. A veces, pagar una prima algo mayor puede ser determinante y merecer la pena.
El fenómeno de la okupación en España
La okupación en España ha tomado un repunte importante tras la crisis del ladrillo de 2008. Muchas familias se vieron afectadas, ya que no podían hacer frente al pago de las hipotecas y fueron desahuciadas. Por otro lado, estas viviendas comenzaron a quedar en manos de bancos, que las dejaban obviamente vacías. Se produjo el caldo de cultivo adecuado para que estos actos se disparasen, como ocurrió desde que pinchó la burbuja inmobiliaria.
La okupación se da en todo el territorio con la misma intensidad, ya que la bolsa de viviendas vacías es muy elevada. Lo que comenzó en los años 60 y 70 como un movimiento pacífico, ha derivado en algunos casos en un sector más profesionalizado que actúa como medio para chantajear a los propietarios de la vivienda. Estos no abandonan la vivienda hasta que el propietario desembolsa una determinada cantidad de dinero. En caso de no ser así, la vivienda no se vacía y se corre el riesgo de que se produzcan daños. Y la ley, a pesar de las ultimas reformas, sigue actuando con lentitud en estos casos, para desesperación de los propietarios.
La situación ha empeorado
En los últimos cuatro años, el aumento de denuncias por estos hechos ha aumentado en un 40 por ciento, siendo Cataluña la comunidad que encabeza el ranking. Lo que está claro es que este fenómeno en España requiere de soluciones eficaces, ya que la sensación de impunidad y el aumento del número de denuncias lo hacen un problema muy relevante a ojos de la sociedad. Mientras este fenómeno se siga produciendo sólo queda confiar en la aceleración de los trámites judiciales o, como hemos visto, que un seguro de hogar cubra los efectos de esta lacra.
Estudiar las ofertas de las diferentes aseguradoras es la única manera de saber el tipo de producto que necesitamos contratar y cómo podemos beneficiarnos para que en el caso de sufrir una okupación, sea lo menos doloroso posible. Mientras tanto, una vigilancia más estrecha de nuestras viviendas deshabitadas, así como la instalación de un sistema de alarma pueden ser unas buenas medidas para mantener a los okupas lo más alejados posible de ella.
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