Jornada negra en el penal de Brians 2 este martes 13. A primera hora de la mañana un funcionario encontró a un preso muerto en su celda del módulo 7. Según ha confirmado el Departamento de Justicia a este medio, aunque las causas del fallecimiento aún se están investigando, todo apunta a una muerte natural. Poco después, otro de los internos agredió con un palo de escoba afilado a un trabajador de la cárcel, y antes de la cena, un recluso de 37 años asestó "múltiples puñaladas" a otro, que falleció poco después.
El agresor es un hombre de nacionalidad española, que cumple condena por asesinato y robo, mientras que la víctima es un ciudadano de origen rumano y 32 años, condenado por prostitución de menores. Tras la "brutal agresión", que acabó con la vida de la víctima, su presunto atacante amenazó con "hacer lo mismo con los funcionarios de servicio que habían acudido a la escena del crimen", ha denunciado UGT.
Inseguridad de los funcionarios
Su portavoz, Xavier Martínez, alerta de que esta situación, ante la acuciante falta de personal, "podría darse más a menudo". Desde el sindicato llevan meses denunciando que las bajas ratios de trabajadores por módulo repercuten no solo en su labor, sino en su propia seguridad. Desde Justicia han rehusado pronunciarse sobre las negociaciones en curso, tras mantener la pasada jornada una reunión con representantes de los empleados, aunque estos últimos señalan que la consejería de Ester Capella admite un déficit de 225 funcionarios en los penales catalanes.
"Siempre nos dan excusas. No tienen argumentos", apunta Martínez sobre la posición de Justicia. Respecto a la agresión mortal en Brians 2, señala que "solo podría haber pasado una cosa más grave: que el fallecido hubiese sido un funcionario". Así, ha lamentado que solo dos trabajadores no pueden velar por la seguridad de 95 reclusos, que son los que se encuentran en el módulo donde un preso apuñaló a otro.
Investigación de Mossos
Tras el ataque, el presunto homicida ha sido trasladado a una celda de régimen cerrado del mismo centro y la Secretaría de Medidas Penales ha tramitado una información reservada para aclarar las circunstancias del crimen. El móvil habría sido, según uno de los funcionarios, "justicia carcelaria", ya que la víctima cumplía condena por abusos a menores y personas con discapacidad mientras que sobre su atacante pesaba una pena por asesinato hasta 2050. Así, algunos reclusos habrían ayudado al autor del apuñalamiento, distrayendo a los funcionarios, pidiéndoles instancias.
Avalaría esta hipótesis la "nula resistencia" del recluso tras asestar múltiples puñaladas a la víctima. Es más, según ha detallado El Periódico, el resto de presos del módulo habría aplaudido al homicida tras cometer el crimen. Agentes de la policía científica de los Mossos d'Esquadra han acudido al penal para recoger indicios que permitan aclarar los hechos, mientras que el Justicia enviará al juzgado los vídeos de las cámaras de vigilancia que han registrado el suceso.