Más de una décima parte (11,7%) de los hogares catalanes sufre inestabilidad laboral "grave". Así lo señala un informe de Fomento de Estudios Sociales y Sociología (Foessa), que también indica que cuatro de cada diez empleados a tiempo parcial trabajan menos horas de las que querrían, así como que 1,5 millones de catalanes están en situación de exclusión social.

Aún hay más. El citado documento recoge que la mitad de las familias en esta situación afirma que no dispone de dinero para afrontar gastos imprevistos, y casi un 24% dice haber sufrido amenazas de cortes de suministros en sus viviendas.

Concentración

Por este motivo, unas 40 personas se han concentrado este miércoles por la tarde en la plaza de la Catedral de Barcelona --con motivo del Día Mundial del Trabajo Decente-- para denunciar las "condiciones laborales en las que se encuentran algunos de los colectivos más afectados por esta crisis".

Una convocatoria de la Plataforma Iglesia por el Trabajo Decente, integrada por diez entidades sociales entre las que se encuentra Cáritas, y que ha contado con un "gesto simbólico" para "representar los obstáculos en el mundo laboral como la conciliación, la brecha digital o el desconocimiento de la lengua".

Exclusión social

Y es que según las cifras que aporta el informe de Foessa, en Cataluña hay 1,5 millones de personas en situación de exclusión social y han alertado de que "si no hay una respuesta clara y decidida de las administraciones es posible que un millón de personas más acaben en esta situación".

En su manifiesto anual, la plataforma ha denunciado que la crisis actual ha puesto de relieve "las consecuencias de un modelo productivo incapaz de generar ocupación con alto valor añadido y marcado por las altas tasas de precariedad laboral".