El IEC moderniza su diccionario para incluir más léxico LGTBI
El Institut d'Estudis Catalans ha añadido 14 palabras nuevas referentes a este colectivo y ha modificado otras 17 ya existentes en su Diccionari de la llengua catalana (DIEC2)
7 octubre, 2020 07:57El Institut d'Estudis Catalans (IEC) ha incluido en su Diccionario de la llengua catalana (DIEC2) 14 palabras nuevas referentes al léxico LGTBI y modificará otras 17 ya existentes. Los miembros de la Sección Filológica del IEC llevan meses trabajando en esta actualización del texto --que se aprobó el pasado 18 de septiembre-- a propuesta que el colectivo LGTBI Castelló.
Las nuevas palabras, que ya aparecen desde ayer martes en la versión online, han sido “estudiadas y trabajadas según los criterios lexicográficos del DIEC2”. Entre ellas destacan hasta seis voces que indican aversión. “Por desgracia, en todo este ámbito, como ya destacaba la documentación aportada por LGTBI Castelló, hay muchas fobias”, afirmaba en rueda de prensa Magí Camps, miembro de la Secció Filològica del IEC.
Nuevas palabras
Entre los vocablos que entran a formar parte del DIEC2 se encuentran bifòbia, cisfòbia, cissexual, heterofòbia, interfòbia, intersexual, lesbofòbia, monosexual, transfòbia o transgènere. La mayoría forman ya parte del vocabulario habitual de muchas personas, aunque aún no estaban incluidas en el diccionario.
También se han modificado algunas palabras que ya estaban incluidas. En varios de estos conceptos se ha introducido el importante matiz de que se usan con finalidades “despectivas” y que su uso está “en recesión”. Entre estas destacan bardaix, doneta, faldilletes, gallimarsot, hermafrodita o marieta. También se han pulido las definiciones de amanerat -ada, bisexual, efeminat -ada, heterosexual, invertit -ida, monofòbia, transexual y transsexualitat.
Pensamiento monocolor
La doctora Maria Teresa Cabré, presidenta de la Sección Filológica, ha señalado que muchas de las nuevas voces añadidas “no estaban en el diccionario porque la sociedad ha tenido un pensamiento monocolor durante mucho tiempo". No obstante, ahora había que recogerlas porque "ya son de uso frecuente y están ampliamente aceptadas”.
“Hemos marcado la distancia entre las características físicas y los sentimientos y la autopercepción, además de usar etiquetas para indicar a los hablantes que corren el riesgo de ofender a otras personas si usan ciertas palabras”, ha concluido Cabré.