Los trabajadores de la Sagrada Familia han convocado una huelga indefinida a partir de este sábado 26 de septiembre. El paro tendrá lugar los sábados y domingos, que es el horario de apertura actual del templo, según ha informado este viernes en un comunicado la Sección Sindical de SUT de la empresa MagmaCultura.

La plantilla afirma que trabajan en unas condiciones por debajo del Convenio del Ocio y del Estatuto de los Trabajadores. Denuncian "abusos en las jornadas laborales con modificaciones constantes" y lamentan falta de compensación de los días festivos trabajados, así como problemas e impagos constantes en las nóminas.

Más carga de trabajo

La gota que ha colmado el vaso, según los afectados, ha sido la reapertura de la basílica solo con la reincorporación de "una parte muy reducida de la plantilla", lo que ha generado "un aumento de la carga de trabajo, la negación del disfrute de las vacaciones, la no respuesta de la empresa ante nóminas y salarios erróneos", señalan. Ahora solo hay una decena de trabajadores por turno, cuando antes eran una trentena, explican los trabajadores, que ponen como ejemplo el último fin de semana --18 y 20 de septiembre--, en el que "seis trabajadores tenían que informar, guiar, conducir a 1.000 visitantes por hora".

Los empleados sostienen que están trabajando "muchas más horas de las que tienen por contrato" y que esto ha afectado a su prestación del ERTE porque solo cobran por la jornada que están dados de alta y no la real trabajada. Además, reclaman que "se desafecte del ERTE vigente a más trabajadores", ya que, desde la reapertura de la basílica al público y la estimulación de las entradas para los barceloneses, la Sagrada Familia no ha hecho más que incrementar el aforo. 

Sin respuesta

El Comité de Huelga ha solicitado una reunión a la Junta Constructora de la Sagrada Familia y a Magmacultura y lamentan que "no han respondido a la convocatoria, sino que han intentado bloquear la huelga, negándose a recibir información y vulnerando el derecho de la misma", lo que ha impedido que se abra una negociación.