El teléfono de emergencias 112 ha recibido, hasta las 13.00 horas de hoy, 210 llamadas desde Cataluña relacionadas con el fuerte viento que azota la comunidad autónoma. La mayor parte de ellas procedían de las comarcas del Baix Llobregat, el Barcelonès y el Tarragonès, aunque ha sido en el Alt Empordà (Girona) donde se han registrado ráfagas superiores a los 100 kilómetros por hora.
Muchas de las incidencias reportadas tenían relación con caídas de árboles y para asegurar mobiliario urbano, aunque el vendaval también ha provocado el crecimiento de un incendio en el puerto de Tarragona, en relación con la combustión espontánea de unos montones de biomasa.
115 actuaciones de bomberos
Los Bomberos de la Generalitat han atendido 234 servicios entre las 8.00 y las 16.00 horas como consecuencia del fuerte viento. La mayoría de ellas han tenido lugar en el área metropolitana sur, con un total de 32 intervenciones, seguida de Tarragona y el área metropolitana norte, con 28 y 27 incidencias respectivamente.
Lleida ha registrado 20 servicios atendidos por el cuerpo antiincendios, uno de ellos con una persona herida por la caída de un árbol. En las Terres de l'Ebre han intervenido en seis ocasiones; en la región central de Cataluña, cinco; y en Girona, una. A ello se le suma una treintena de incidentes dentro de la capital catalana que han necesitado de la intervención de los Bomberos de Barcelona.
Bajas temperaturas
Este episodio de fuerte viento está asociación a un importante descenso de las temperaturas, que irá acompañado de nevadas que ya han comenzado a caer en ciertos puntos del pirineo catalán. De acuerdo con el Servicio Meteorológico de Cataluña, el viento ha alcanzado ráfagas de 114,5 kilómetros por hora en Portbou (Girona), de 95 kilómetros por hora en El Perelló (Tarragona), de 94,7 en Montsec d'Ares (Lleida), 61,6 en Barcelona o 77,4 en Castellnou de Seana (Lleida).
Protección Civil mantiene activada la alerta por ventisca y recomienda extremar la precaución, especialmente en las excursiones en zonas de montaña, donde las condiciones meteorológicas pueden cambiar de forma repentina.