Chantal M. dio un paso al frente el pasado 2 de junio. Ese día presentó una denuncia en una comisaría de los Mossos d’Esquadra contra el hombre que, asegura, abusó de ella en Casa Cádiz, un local okupado en la calle Sardenya de Barcelona. Esta barcelonesa de 50 años vivió al raso algún tiempo y durante 15 meses encontró refugio en este espacio, que acoge a personas sin hogar. Allí residió hasta mayo, cuando, al encontrar otro alojamiento provisional, pudo marcharse. “Mejor aguantar eso que estar en la calle”, cuenta a Crónica Global.
No es la única víctima. Tres mujeres más --aunque solo dos han formalizado su queja ante la policía-- se han unido para denunciar abusos sexuales por parte de otro de los residentes en la casa. Tras acudir a las autoridades, Chantal se ha empoderado, cuenta, y ha decidido destapar lo ocurrido. Su objetivo es que ninguna otra mujer tenga que sufrir lo mismo.
Víctimas de abusos
Chantal advierte que durante el tiempo que residió en el espacio de Sardenya fue testigo de cómo otras mujeres se iban sin ni si quiera despedirse. Teme que alguna de ellas también pudiera haber sido víctima de abusos y que ese haya sido el motivo de su marcha. “Varias de las que se han ido de la casa siguen viviendo en la calle y no hay manera de localizarlas. Lo hemos intentado”, lamenta.
En la denuncia, relata como desde hacia meses, un individuo que reside en la casa la acosó en varias ocasiones. La primera en enero de 2020, cuando el hombre le realizó tocamientos mientras ella se encontraba en cama, a la hora de dormir. Solo 15 días después, su agresor, “sin permiso ni consentimiento de ninguna de las usuarias”, detalla el texto, entró en el baño privado de la zona que la casa tiene habilitada para las mujeres, y allí fue donde abusó de nuevo de Chantal.
Denuncia pública
“Todo se ha producido durante el último año. Cuando salimos de la casa tuvimos la valentía de hablarlo entre nosotras y decir ‘a mí también me ha pasado’. Nos unimos las cuatro que fuimos agredidas y/o acosadas, y dos decidimos denunciarlo. Ahora hemos creado un grupo en redes sociales para hacerlo público, porque no es normal que los hombres que lo han hecho sigan --viviendo-- allí”, critica.
Este no es el único caso de abusos sexuales que se ha denunciado en el mismo espacio. El pasado junio, otro de los residentes señalaba al activista Lagarder Danciu, por el mismo motivo. Tras la emisión de una orden de búsqueda y captura, el acusado acudió a una comisaría de Mossos, donde quedó arrestado. Tras prestar declaración, en la que negó los hechos, quedó en libertad a la espera de juicio. Tras las acusaciones, Danciu subraya que es inocente y ha interpuesto, a su vez, una querella por injurias y calumnias contra el joven de 19 años que le acusa.