Este lunes un millón y medio de estudiantes debían incorporarse a las aulas de las 5.500 escuelas de Cataluña, pero al menos 210 no lo han hecho por contagio o contacto con un positivo por Covid-19. Tampoco 253 profesores y otros trabajadores de los centros, según ha informado la secretaria general de Educación, Núria Cuenca.
Dichos aislamientos han comportado el confinamiento de nueve grupos estables de ocho centros distintos, pues el Benjamin Franklin de Barcelona ya acumula dos aulas afectadas. Tampoco ha comenzado el curso otro centro de Terrassa, pero en esta ocasión, por la presencia de avispas.
Dos escuelas cerradas
Estos alumnos se suman a los 360 de la escuela Joan Juncadella de Sant Vicenç dels Horts (Barcelona) y los 42 de la escuela Ridolaina de Martinet i Montellà (Lleida) que han pospuesto el inicio del curso escolar por los aislamientos decretados a los profesores tras la confirmación de un positivo en ambos centros.
En concreto, los grupos estables confinados pertenecen a centros de Barcelona, Salou, Igualada, Granollers, Rubí, Torelló, Badalona y Mollet del Vallès. Todos, según Educación, habían ya arrancado su actividad, bien lectiva o de acompañamiento, hace unos días, por lo que se produjeron contactos entre compañeros de clase.
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5.000 familias
Además, según la entidad "Així no tornem", unas 5.000 familias catalanas no han llevado este lunes a sus hijos a clase, pese al inicio de curso. Así, han decidido dejar los pequeños en casa al considerar insuficientes las medidas de seguridad para evitar contagios en las aulas.
Sesa Cameán, pa portavoz de esta asociación, que integran, en su mayoría, progenitores de niños con patologías, ha confirmado a Efe que unas 3.000 familias se han sumado a la iniciativa. Señala que tienen constancia de que a ellos se han sumado otras 2.000 más.
"Derecho a la escolarización"
Por su parte, el consejero de Educación, Josep Bargalló, ha defendido este lunes la apertura de los colegios, pese al riesgo de contagio: "Teníamos que abrir los centros para garantizar el derecho de escolarización de niños y jóvenes". ha manifestado en una atención a los medios desde la Escola Joaquim Ruyra de L'Hospitalet de Llobregat.
El conseller ha admitido que es un curso que se abre con incertidumbres, en el que "pasarán cosas", aunque ha manifestado su compromiso de atender las necesidades que se puedan plantear, después de que varios sindicatos hayan criticado que la vuelta a las aulas se ha llevado a cabo con ratios superiores a 20 alumnos por aula.