El Zoo de Barcelona vuelve a estar en la diana. Un documental reabre el debate sobre el parque zoológico un año después del acuerdo político que zanjó, en principio, la querella en torno a las instalaciones.
La productora Camille Zonca se ha aliado con TV3 para rodar un documental crítico con el funcionamiento de la institución. Para los trabajadores, este anuncio remueve una polémica caducada a pocos días de una reunión clave con el equipo municipal para afrontar la financiación del recinto. Sin embargo, los creadores advierten de que aún no se ha dicho la última palabra sobre el futuro del zoo.
"Un debate mal cerrado"
La coproducción televisiva sigue la estela de Susi, una elefanta en la habitación, una obra estrenada de forma restringida en 2019. El documental original reclamaba la liberación de una cría de elefante y se cuestionaba el modelo enfocado al ocio del espacio zoológico. Su directora, Ana Luz Sanz, se muestra insatisfecha con el desarrollo de las modificaciones de la ordenanza de animales, que también salió adelante hace un año tras una iniciativa ciudadana planteada por la Plataforma ZooXXI, la misma organización que impulsa el documental.
Albert Baquero, dueño de la productora, señala: "Realizaremos una segunda parte con material nuevo que se emitirá en el programa Sense Ficció hacia finales de año". ¿Qué aparecerá en esta continuación? El realizador detalla que el audiovisual incorporará por primera vez la posición del personal, que no quiso participar en la primera entrega. "Es un debate que no se ha cerrado bien y por eso consideramos que debemos seguirlo", resume Baquero.
Los trabajadores, preocupados
La plantilla del zoológico ha acogido con malestar este renovado interés por el parque. Una fuente del comité de empresa denuncia el sesgo animalista del documental: "La opinión es libre, pero este tipo de ataques retoman una batalla antigua que está superada después del gran consenso alcanzado en mayo de 2019".
Este representante se refiere al plan estratégico aprobado por unanimidad por todas las fuerzas políticas para la transición del equipamiento con un enfoque alejado del entretenimiento. "La dirección está preocupada con este documental, que llega antes de una reunión el próximo martes con el ayuntamiento para saber cuáles serán las inversiones tras la pandemia", explica este trabajador. Como reconoce el propio Baquero, ha sido difícil contar con la colaboración de las fuentes internas del Zoo, que hasta ahora habían sido remisas a participar en un proyecto que creen que daña su imagen.
El malabarismo de Colau
En el fondo de esta polémica se encuentra un choque entre dos posturas contradictorias que los comunes intentan armonizar. Por un lado, la transformación de corte conservacionista, que contó con el apoyo de todo el consistorio y el aval de la plantilla del parque, y por otro la petición de la plataforma ciudadana, que dividió al pleno. De hecho, las fuerzas que sostienen el gobierno local de coalición votaron divididas la moción: PSC se unió a PP y Cs en contra de la iniciativa, mientras que BComú, PDECat y ERC la apoyaron.
La divergencia entre ambas posturas es evidente. Mientras ZooXXI no quiere la reproducción de especímenes que no puedan ser puestos en libertad, el plan de reconversión prevé 65 millones de euros para mejorar las instalaciones hasta 2031. Ada Colau quiso contentar a ambos sectores votando de forma positiva las dos resoluciones. El descontento tanto de los trabajadores como de los animalistas sigue latente desde entonces.