La ciudad de Barcelona ha recordado el tercer aniversario de los atentados yihadistas del 17A en un sentido homenaje donde las víctimas han sido los protagonistas mientras autoridades y representantes políticos han permanecido en un discreto segundo plano.
La ceremonia ha sido presidida por la cincuentena de familiares de los fallecidos, heridos y testigos presenciales de los ataques, con claveles blancos en la mano sobre el mosaico del Pla de l'Os de Joan Miró, donde el terrorista Younes Abouyaaqoub abandonó la furgoneta tras el atropello masivo de Las Ramblas.
Minuto de silencio en el tercer aniversario del 17A / EP
Un emotivo homenaje
Una joven estudiante del Liceu de Barcelona, muy cercano al mencionado punto, ha interpretado al violonchelo El Cant dels Ocells mientras los concentrados guardaban el minuto de silencio, en el que algunas de las víctimas no han podido reprimir las lágrimas.
Posteriormente, representantes de los fallecidos han depositado coronas de flores sobre el mosaico de Miró. Tras ellos, autoridades, miembros de los cuerpos y fuerzas de seguridad y otros asistentes al acto han llenado de claveles blancos los maceteros instalados a modo de altar.
La reivindicación de los familiares
El solemne silencio del acto solo se ha visto interrumpido por algunas voces que clamaban "saber toda la verdad", lema de la campaña impulsada por el padre de un niño fallecido en los atentados, cuyo abogado --el diputado de JxCat Jaume Alonso Cuevillas-- exige a la Audiencia Nacional que aclare si el imán de Ripoll y cerebro de la célula yihadista tenía relación con el CNI.
En una segunda fila han permanecido las autoridades y representantes políticos, encabezados por el presidente de la Generalitat, Quim Torra; los presidentes del Congreso y del Parlament, Meritxell Batet y Roger Torrent; el ministro de Sanidad, Salvador Illa; la delegada del Gobierno en Cataluña, Teresa Cunillera, y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.