Nueva revuelta contra okupas en Cataluña. Vecinos de Sant Joan Despí (Barcelona) han lanzado protestas diarias contra un grupo que ha allanado una nave industrial en la calle del Gran Capità del municipio. Ayer viernes, los residentes protagonizaron la última concentración, en la que exigieron el "fin de la violencia" en el barrio.
Ello es así porque aseguran que los moradores de la nave son los presuntos autores materiales de una cadena de robos a comercios y personas. Así lo indican desde un bar que se encuentra frente al edificio. "Es cada día. Hay manifestaciones diarias porque esta gente se dedica, sobre todo, a los pequeños robos, incluso con arma blanca. Imagínate tenerlos delante del bar. Es una molestia, claro", han indicado.
Exigen más presión política
Sean o no un incordio, lo cierto es que un grupo de vecinos se opone a la presencia de los okupas. En la manifestación de ayer viernes, los residentes les invitaron a marcharse del barrio. También exigieron la presencia del alcalde del municipio, Antoni Poveda, alegando que "el pueblo le reclama".
La protesta vecinal no es nueva, pues ya con anterioridad los vecinos de Sant Joan Despi denunciaron la presencia de okupas conflictivos en naves industriales sin uso en los polígonos industriales de la localidad.
Otro conflicto
Este foco de tensión en una localidad de Barcelona se suma a revueltas vecinales anteriores contra la presencia de allanadores en Cataluña. Desde que empezara el verano ha habido conflictos en Barcelona, Mataró, Premià de Mar, Llançà o Badalona contra propiedades tomadas a la fuerza.
Ante ello, algunos políticos han exigido cambios legislativos para facilitar el desalojo de los inmuebles que sirven de morada a pequeños delinquentes reincidentes y no a familias que necesitan una vivienda por su vulnerabilidad social.