Cada año surgen canciones nuevas que trascienden mucho más allá de un siempre hecho musical. Del gran número que salen al mercado al nivel mundial, solo unas pocas llegan a convertirse en hits, traspasando fronteras y perdurando inalteradas al paso del tiempo. Décadas después de su estreno, siguen sonando con más fuerza y marcando momentos especiales de millones de personas.
En España existen muchísimos ejemplos: aquellos veranos con éxitos como los de King África o Georgie Dann, siguen hoy muy vigentes. Por no hablar de éxitos pop como “La Raja de tu Falda” de Estopa que más de veinte años después sigue siendo una obra de culto venerada. Pero, ¿qué tenían estas canciones para convertirse en auténticos clásicos?
Esta pregunta se responde en un reciente estudio del casino online Betway, en el que se ponen en valor las características más comunes que poseen gran parte de estos éxitos musicales.
Repetición
Por norma general, estas grandes canciones cuentan con estribillos muy fáciles de aprender y que se quedan en la memoria del oyente de manera rápida. A medida que se escucha esa canción, el cerebro se habitúa a ella, y puede recordar sus frases pasado un tiempo sin ningún esfuerzo.
Instrumentos
La parte no cantada de cualquier canción también es esencial a la hora de discernir entre una canción más y un éxito con mayúsculas. Por norma general, estos hits suelen tener dos opciones claras, o muy pocos instrumentos utilizados, o muchos -más de cinco-. En este último caso, por todos es recordado aquella mítica pieza de Safri Duo, Bongo Song.
Tempo
Una diferencia esencial que marca la naturaleza de las canciones, es el tempo. Cuando el este es más lento, suele ser porque la canción es de carácter romántica y pausada. En cambio, si es más rápida, puede hacer referencia a una melodía más fiestera y alegre.
Otros factores
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