El sidicato USPAC ha denunciado ante Inspección de Trabajo la desprotección de los agentes de Mossos d'Esquadra encargados de velar por las restricciones de movilidad durante la reclusión de la comarca del Segrià, en Lleida.
La organización lamenta las condiciones a las que están sometidos los 200 agentes que integran el dispositivo, desplegado desde el pasado sábado, para que nadie entre ni salga de la comarca, si no es por motivos laborales o de fuerza mayor. "Hasta 37 grados de temperatura con exposiciones al sol de más de seis horas sin ningún tipo de protección", han criticado en un comunicado.
Sin relevos al finalizar el turno
Desde USPAC señalan que en algunos puntos, los agentes sí cuentan con carpas de protección durante los controles viarios, pero son una minoría, mientras los policías visten el uniforme compuesto de "pantalón largo, camisa y chaleco antibalas" y solo les proveen de una "mísera botella de agua que a la media hora ya no se puede beber" y un bocadillo.
Este sindicato también denuncia la ausencia de relevos en la mayoría de puntos que velan por el confinamiento perimetral del Segrià, y la falta de desinfección de los vehículos y dependencias policiales por parte de empresas homologadas una vez finalizado el turno.
Agentes con quemaduras
"Por si no habíamos sufrido suficiente con el confinamiento perimetral de la Conca d'Òdena, ahora hay mossos deshidratados, con quemaduras, y con muchas posibilidades de sufrir lesiones importantes", advierte la organización, quien se pregunta, quien vela por la seguridad de los agentes.
También CCOO alertó el pasado domingo de la falta de material de gran parte de los efectivos frente al virus, y avanzó que también presentaría una queja formal ante Inspección de Trabajo por el "caos en la organización" y la ausencia de geles hidroalcohólicos y mascarillas, con el consiguiente riesgo para los conductores y los propios policías, que podrían propagar el Covid-19 una vez regresen a sus unidades de origen.