El llamado ‘Yellowstone Europeo’, o el parque natural de la ‘Corona de Aragón’ se ha visto condicionado por la reclusión que marcó el estado de alarma. Han sido tres meses en los que sus promotores no han podido explicar con claridad lo que se pretende. Y ello ha originado que, en las primeras reuniones abiertas al público, se hayan manifestado los que más lo cuestionan. La Plataforma No al Yellowstone Europeo ha lanzado el Manifiesto por la Vida Rural, en el que se opone al proyecto Maestrazgo-Els Ports, que podría ser, sin embargo, una respuesta más adecuada a los nuevos tiempos, tras la pandemia del Covid. La idea, pese a todo, sigue adelante, y se quiere ahora “sortear los prejuicios que existen sin conocer bien de qué se trata”, según su principal promotor, el biólogo valenciano Ignacio Jiménez.
¿Qué ha pasado? El macroproyecto Maestrazgo-Els Ports se impulsa a través de la Fundación Conservacionista Global Nature, que tiene como colaboradores a la Generalitat Valenciana y a las fundaciones Botín y Banco Santander. Comprende una zona de 550.000 hectáreas entre las provincias de Teruel, Castellón y Tarragona, y pretende ser un área de “producción de la naturaleza”, que genere riqueza con la atracción de un turismo internacional interesado en el paisaje, la fauna, la gastronomía y la cultura. Jiménez explica a Crónica Global que, tras la pandemia, “la razón de ser de este proyecto tiene todavía más sentido, porque se busca una mejora para el territorio local, con un turismo más concienciado, y respetuoso, que desea conocer y sentir la naturaleza”.
¿Hay algo más? Jiménez ha trabajado durante años en el extranjero, en parques naturales en Sudáfrica y Argentina, y mantiene estrechos contactos con fundaciones internacionales que desean invertir en ese tipo de parques naturales que generen valor añadido para el territorio, justo en un área, en España, que se caracteriza por su poca densidad de población. En toda el área del Maestrazgo-Els ports viven unas 45.000 personas. Pero las primeras reacciones de ese mundo local, por ahora, han sido contrarias, con el argumento de que se pondrá en peligro el sector primario de las comarcas afectadas.
Esas primeras reacciones se pudieron comprobar en una primera reunión pública en Castellón, este pasado jueves. Pero los alcaldes y los responsables de los parques naturales implicados siguen recabando más información. Jiménez explicó en el proyecto a la Junta del Parque Natural de Els Ports, y lo que prima “es la voluntad de escuchar, de saber más sobre qué se pretende impulsar”.
El Manifiesto por la Vida Rural se ha limitado a ensalzar la historia y los recursos naturales de la zona, y defiende el trabajo de los habitantes de las comarcas del Maestrazgo, Matarraña, Baix Ebre, el Masestrat, el Montsià, Els Ports, la Terra Alta y la Tinença de Benifassà. La sospecha que se esgrime, frente a ese gran parque de la “antigua Corona de Aragón”, como explica Ignacio Jiménez en los vídeos que se han realizado –se pueden ver en esta información—es que se busque un beneficio que no repercuta en el territorio. Cuando se escuchan las expresiones de “producción de la naturaleza”, el rechazo ha sido la primera reacción.
Pero Jiménez mantiene su idea: “El problema es que no hemos podido trasladar con detalle la propuesta, pero ya lo estamos haciendo, con presentaciones y actos en llas próximas semanas. Si algo defendemos, precisamente, es el sector primario y si se deben reorientar cosas lo haremos, aunque los prejuicios sean grandes, con ese supuesto temor de que se va a reintroducir fauna que acabará con los rebaños, totalmente infundado".
Puestos de trabajo
Lo que se pretende es ofrecer un futuro a esas regiones que se han quedado sin población, la España vacía de la que habla Sergio del Molino. Y el tipo de turismo que se desea atraer es el que está más concienciado, precisamente tras la pandemia, con la naturaleza y con ese territorio que necesita inversión y un plan para el futuro.
El Yellowstone europeo o el gran parque de la Corona de Aragón podría ser una “gran marca turística”, que sea atractiva, según Jiménez, para “oteadores de aves, amantes de la cultura, caminantes por la naturaleza”, lo que podría traducirse en puestos de trabajo y vida “para zonas que ahora tienen un difícil futuro”. La densidad de población de toda esa extensa área es de ocho vecinos por kilómetro cuadrado, de las más pequeñas de toda Europa.
En manos de las entidades
Existe otro incentivo y es que se trata también de un proyecto de colaboración entre tres comunidades autónomas, Aragón, Valencia y Cataluña. En los audiovisuales que se han realizado se destaca que esos vecinos “tienen más contacto con sus vecinos provinciales que con sus capitales provinciales”.
Pero la última palabra la tendrán todos los alcaldes implicados y las entidades sociales de las diferentes comunidades autónomas. Por ahora los recelos se imponen, mientras el equipo de Ignacio Jiménez mantiene su actividad para dar a conocer ese gran parque natural.