El Govern deberá dar explicaciones sobre el caos de los psicólogos que fichó en el pico de la pandemia. Ciudadanos ha anunciado que exigirá al Departamento catalán de Salud que aclare por qué no ha pagado a los 100 terapeutas que contrató para el programa Gestió Emocional, pese a que la mayoría ya terminaron el servicio.
Así lo ha comunicado Blanca Navarro, diputada del partido naranja en el Parlamento catalán y psiquiatra. "Ciudadanos pedirá explicaciones a la Consejería de Salud", ha avanzado la electa citando la información publicada por este medio. Navarro ha informado de la actuación del partido cuando los profesionales que el Govern contrató para blindar la salud mental de la población durante la fase virulenta del contagio comunitario del virus SARS-CoV-2 aún no han visto ni un euro.
Sin noticias de sus nóminas
Así lo comunicaron a Crónica Global psicólogos que participaron en el programa Gestió Emocional, una iniciativa que pretendía ser innovadora en el marco de la crisis sanitaria. Constaba de una aplicación que resolvía dudas sobre salud mental durante el envite del patógeno. Dependiendo de las respuestas del paciente, un psicólogo de guardia le llamaba para prestar apoyo.
El programa arrancó el 14 de abril con el anuncio en rueda de prensa de la consellera de Salud, Alba Vergés (ERC). No obstante, los 100 psicólogos que cubrían los turnos no cobraron ese mes, ni tampoco el siguiente, ni junio. A finales de mayo, la Consejería les informó de que pagaría a 60 días, algo que no constaba en su contrato. A día de anteayer, miércoles 1 de julio, los terapeutas aún no habían recibido su liquidación.
Medida estrella durante la pandemia
Cabe recordar que el programa Gestió Emocional fue una de las medidas estrella del Departamento catalán de Salud durante la pandemia del SARS-CoV-2. Contó con la participación de los 100 profesionales sí, pero también con la participación del Sistema de Emergencias Médicas (SEM) y del Vall d'Hebron Barcelona Hospital Campus.
El objetivo de esta política pública era arropar a la ciudadanía durante la fase más dura de la pandemia del coronavirus, a la vez que "evitar problemas futuros" en el campo de la salud mental tras la crisis sanitaria.