La cárcel de Brians 1 de Sant Esteve Sesrovires (Barcelona) se ha visto obligada a retirar el gel hidroalcohólico del módulo de mujeres, tras detectar que un grupo de presas se hicieron cubatas con él.

Los hechos sucedieron este fin de semana, después de que los responsables de la prisión decidieran reforzar las medidas de higiene para evitar contagios en tiempos de Covid-19. Se instalaron dispensadores del desinfectante en la entrada de los módulos y en la zona de las cabinas de teléfono.

Prevención

Cinco días después de tomar esta medida se ha ordenado su retirada. La razón es que unos funcionarios detectaron este fin de semana como unas reclusas habían mezclado Coca-Cola con el gel hidroalcohólico y se lo estaban tomando en la biblioteca.

Los trabajadores quieren evitar que esta práctica se extienda entre el resto de presas, por lo que en previsión han optado por retirar los dispensadores de desinfectante del módulo de mujeres, pero no en otras zonas.

Cárcel y alcohol

Los populares geles, de gran ayuda para evitar la propagación de coronavirus SARS-CoV-2, tienen una dosis muy rebajada de alcohol. Algunas bodegas y destilerías de licores han ayudado durante la pandemia a usar sus excedentes para producirlos. Aun así, su ingesta puede ser tóxica.

El ingenio de los reos para poder consumir alcohol no es nuevo. Los trabajadores de prisiones confiesan que, en otras ocasiones, los internos han tratado de hacerse combinados con algunos productos que hay en la cárcel. Por el momento Brians 1 es de las pocas prisiones catalanas que han optado por poner geles hidroalcohólicos, otras como Quatre Camins, aún no los han recibido.