Cataluña no quiso perderse su Sant Jordi tras verse obligada la ciudadanía a permanecer encerrada en sus casas, por el estado de alarma, el pasado 23 de abril. Por ello, se decidió aplazar la celebración al 23 de julio. Sin embargo, este Sant Jordi fuera de fecha contará con novedades y medidas extremas de seguridad a fin de limitar el riesgo de contagios.

Así, los catalanes vivirán el día del libro y la rosa más especial de su historia con varios cambios para garantizar la seguridad de aquellos que quieran disfrutarlo, como la reducción de los puestos a un tercio de lo habitual, aunque ampliarán su horario hasta las doce de la noche, y la obligación de pedir cita previa para las firmas de libros, tal y como avanzó la ACN.

Evitar aglomeraciones

La presidenta de la Associació d'Editors en Llengua Catalana, Montse Ayats, añadió en RAC1 que la propuesta está pendiente de la aprobación del Procicat y los correspondientes ayuntamientos. El plan está pensado para la ciudad de Barcelona, pero la idea es que sirva de modelo para otras ciudades catalanas y que sea cada municipio el que tome las medidas sanitarias y de seguridad oportunas.

En esta línea, libreros y floristas prevén instalar en las calles de Barcelona entre 200 y 300 paradas --frente al millar de puntos de venta que normalmente alcanza esta festividad-- y ampliar su horario hasta la medianoche. Además, los organizadores han propuesto que se permitan las firmas de libros con los escritores, pero con cita previa para evitar aglomeraciones.

Límite de espacio y aforo

La reducción de paradas limita el acceso a ellas --proponen montar solo un tercio de lo habitual-- por lo que la Cámara del Comercio del Libro está trabajado para que se otorguen solo a editoriales, librerías y floristerías; nada de asociaciones, ni particulares, ni partidos políticos, según Ayats. A la limitación del número de puestos y a la cita previa, otra medida que se quiere aplicar para evitar aglomeraciones es el control del aforo.

"Las librerías y editores que quieran firmar lo mejor que pueden hacer es pactar con la gente que quiera ir", para saber cuántas personas acudirán a la cita y poder organizarse, explicó la presidenta de la Associació d'Editors en Llengua Catalana. Además, se regularán las colas y el movimiento entre los puestos, para los que se fijará un espacio máximo: "No podrá haber puestos de 40 metros". La mascarilla será obligatoria y habrá que respetar la distancia de 1,5 metros de seguridad.

Localizaciones

En la ciudad de Barcelona, las paradas se instalarán en localizaciones céntricas, como la Rambla y paseo de Gràcia, así como el paseo Sant Joan y otros puntos de Ciutat Vella y el Eixample

En todo caso, los puestos de libros y rosas estarán más esponjados para permitir la circulación segura de los ciudadanos; una medida que podría incluir circuitos a fin de evitar concentraciones de gente.