En mayo de 2020, la pensión media en España alcanzó los 1.010,11 euros. ¿Es suficiente esta cantidad para asegurar una vejez digna? Los españoles disfrutan de una de las mejores tasas de sustitución de la OCDE --la relación entre la primera pensión y el último salario es más generosa que en los países del entorno-- pero existen indicadores que ponen en duda la capacidad del sistema público para cubrir correctamente las necesidades económicas de los jubilados.
Según la última encuesta de condiciones de vida del Instituto Nacional de Estadística (INE), el 15,6% de los mayores de 65 años se encuentra en el umbral de la pobreza, es decir, no alcanza el 60% de la renta media nacional. Si se añade a este indicador el riesgo de exclusión social --la conocida como tasa AROPE, que tiene en cuenta no solo los ingresos, sino también la privación material severa y la baja intensidad laboral--, esta cifra escala dos puntos más hasta el 17,6%.
El 31%, pobre
Juan Carlos Llano, investigador de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social, afirma que la pobreza entre los mayores no ha dejado de aumentar durante la última década. Asimismo, Llano subraya que las pensiones “reales” que perciben gran parte de los jubilados no alcanzan el promedio: “El 31,6% de todas las pensiones está por debajo del umbral de la pobreza”.
Aunque en muchos hogares las carencias económicas quedan paliadas por la suma de dos pensiones, los ingresos individuales de tres de cada diez pensionistas no alcanzan los 8.870,9 euros al año (el umbral de pobreza fijado en 2018, último año con datos). En el caso de las mujeres, la situación se agrava porque muchas tienen pensiones de viudedad o han cotizado menos a lo largo de su vida laboral.
Los jubilados, mejor que los niños
Con todo, Concepció Patxot, economista y directora de la Xarxa de Referència en Economia i Polítiques Públiques (XREPP), remarca que hay que comparar la pobreza entre distintas cohortes para alcanzar una comprensión más completa. “Si observamos otros grupos de edad, el resultado es bastante dramático”, sostiene Patxot. Durante los últimos diez años, el riesgo de pobreza entre los menores de 16 años se ha mantenido por encima del 26%, mientras que entre 2008 y 2018 los mayores de 65 años han recortado este riesgo del 25,5% al 15,6%.
Por último, la economista reconoce que la segmentación por sexo es una realidad, pero sostiene que “a medida que se jubile la generación del baby boom, estas diferencias tenderán a reducirse”.
Reforma pendiente
La urgente y siempre pospuesta reforma de las pensiones adquiere nuevos visos con estos datos. Anatolio Díez, secretario general de la Unión de Jubilados y Pensionistas, recuerda que “más de 3,2 millones de pensionistas cobran prestaciones de menos de 650 euros”.
Díez, que presentó recientemente las propuestas de la asociación en la comisión de reconstrucción del Congreso, señala que para superar “la situación problemática de los jubilados, que se han descapitalizado durante los años de la crisis ayudando a sus familiares”, es clave revalorizar las pensiones en función del IPC y blindarlas mediante un pacto transversal entre las fuerzas políticas.
Preocupación por el futuro
Una reforma de calado podría revertir la percepción negativa que muchos ciudadanos tienen sobre el futuro del sistema público. Según un reciente estudio del Observatorio de Pensiones de Caser, el 43% de los españoles ahorra para mantener su nivel de vida tras la jubilación. La mayoría empieza a hacerlo entre los 30 y los 40 años y a través de planes de ahorro individual.
Eva Valero, directora del Observatorio de Pensiones, considera que "los datos indican que los españoles están preocupados por su jubilación". Otras investigaciones reafirman esta desconfianza. Según una investigación del Instituto BBVA de Pensiones, cuatro de cada diez entrevistados no confían siquiera en percibir una pensión hasta el final de su vida.