El Ayuntamiento de Barcelona ha anunciado que reservará un 40% de las plazas de las próximas convocatorias a la Guardia Urbana a las mujeres. Son 112 puestos de un total de 282, cuyo objetivo es aumentar la paridad de género en el cuerpo de policía, ya que de los 2.736 agentes con los que cuenta, un 14% son mujeres, frente a un 85% de hombres.
Para hacerlo, el consistorio de Ada Colau ha aplicado la cuota máxima que permite la Ley de Policías Locales que aprobó el Parlament el pasado abril para que todos los municipios catalanes reserven una horquilla de entre el 25% y el 40% de las plazas de nuevas incorporaciones para mujeres. Sin embargo, según señala el portavoz de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) en la Urbana, Eugenio Zambrano, para la promoción interna de subinspectores, sargentos y cabos, el porcentaje es inferior al 25%, a pesar de que el plan de igualdad de Barcelona no incluye que la cuota puede ser menor de la indicada.
Inseguridad jurídica
Así, señalan desde el sindicato, la primera edil incumple la normativa en la próxima convocatoria de promoción interna, ya que el consistorio reserva a mujeres un 22% de plazas para cabos, el 10% para sargentos, y solo el 4% para subinspectores. La organización sindical lamenta la "gran inseguridad jurídica de los opositores" ante esta situación y reclama al gobierno municipal que establezca una cuota para cada categoría en su plan de igualdad. "Es inferior al 25% en cada uno de los casos y, por tanto, contrario a la ley", censura Zambrano.
Recuerda así que la plantilla actual de la policía de Barcelona, a razón de género esta integrada por 21 subinspectores hombres y ninguna mujer, seis mujeres del total de 69 sargentos, y 207 cabos de género masculino frente a 24 del femenino.
Invalidar la promoción
Desde CSIF rechazan valorar la política de igualdad, pero sí critican la doble moral del consistorio y su "mensaje contradictorio" al promocionar la inclusión de la mujer en la policía cuando, denuncian, incumple la ley de cuotas impuesta por la Cámara catalana. Lo que, a su juicio, podría desembocar en un "grave riesgo" para la oposición de promoción interna convocada, porque "cualquier concursante, durante o con posterioridad al proceso, puede recurrir y anularlo".
En caso de querer modificar los porcentajes, señala la organización, el Ayuntamiento tendría que convocar la Mesa del Plan de Igualdad y, bajo acuerdo de los sindicatos, establecer nuevas cuotas.