El Instituto Coordenadas estima que algunas de las medidas de seguridad que se han decretado para la apertura de las piscinas de las comunidades de vecinos, entre las que se incluye una reducción del aforo al 30%, generan una alarma innecesaria, además de una situación complicada que podría incluso poner en riesgo su apertura. A partir de este lunes, toda España está ya en fase 2 y, por lo tanto, la actividad en estas instalaciones está permitida.
En una nota de prensa, la institución expone que las normas sanitarias están ocasionando "una considerable polémica" dado que las notables restricciones que se han impuesto como medidas de seguridad contra el contagio del Covid-19 pueden llevar a muchas comunidades de vecinos a tomar la decisión de mantener cerradas las piscinas ante la “imposibilidad de cumplir con las normas de seguridad".
Una alarma inncesaria
Instituto Coordenadas recuerda también que el Consejo General de Colegio de Administradores de Fincas ha mantenido que las medidas dictaminadas por el Ministerio de Sanidad en cuanto a la apertura de las piscinas son muy difíciles de llevar a cabo en una instalación comunitaria, siendo el principal problema el control del aforo.
Instituto Coordenadas ve una "lógica preocupación" pero pide "no alarmar infundadamente a la población" y ha llamado a cumplir con la legislación vigente en cuanto a medidas de higienización y distancia social.
Medidas alternativas
Al mismo tiempo, la institución estima que hay soluciones como la fijación de turnos o el acotamiento de espacios que ayudarán a cumplir con las restricciones del aforo sin suponer un gasto excesivo y subraya que las piscinas comunitarias son instalaciones que los vecinos pagan y mantienen durante todo el año y "tienen el derecho de poder utilizarlas siempre que se cumplan las medidas de seguridad dictaminadas por las autoridades y no pongan en riesgo ni la salud individual ni la colectiva".
En este sentido, el vicepresidente ejecutivo del Instituto Coordenadas, Jesús Sánchez Lambás, ha asegurado que "debe imperar el sentido de la responsabilidad individual y social", por lo que ha llamado a aplicar las normas "sin necesidad de recurrir a extremos ridículos" y "sólo con un mínimo de sensatez". "Los vecinos de cualquier comunidad, sin duda alguna, serán capaces de organizar el correcto y seguro uso de sus piscinas por encima de esta polémica artificial", ha previsto.