El Ayuntamiento de Barcelona abrirá las playas este viernes de seis a diez de la mañana pero sólo para la práctica deportiva. Los arenales de distintos territorios comenzarán a ser accesibles en los próximos días. Y, ante ello, salta la duda, ¿se puede contagiar el coronavirus por el baño en piscinas y playas? Según han indicado investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), "es muy poco probable".
Eso sí, advierten de que la aglomeración de personas en estos espacios sí puede convertirlos en foco de contagios, aunque no sea por medio actuático. Otros de los factores que pueden preocupar es la prevalencia del virus en la arena presente en playas o riberas. "Aunque no existen estudios al respecto, la acción conjunta de la sal del agua de mar, la radiación ultravioleta solar y la alta temperatura que puede alcanzar la arena, son favorables para la inactivación de los agentes patógenos", han aclarado desde el CSIC.
Desinfección de las playas
Los científicos subrayan que cualquier forma de desinfección de la arena de la playa debe ser respetuosa con el medio ambiente y no son recomendables los procedimientos habituales para espacios públicos urbanos. Además, recuerdan que un exceso de afluencia puede convertirse en un mecanismo de infección. También las aguas residuales que puedan llegar a masas de agua de baño y la supervivencia del virus de "los bañistas en aguas, arenas y superficies limítrofes", señalan.
Recuerdan, aun así, que la principal vía de contagio en estos ambientes --piscinas, playas, ríos-- seguirá siendo "a través de secreciones respiratorias que se generan con la tos y los estornudos y el contacto de persona a persona". Por ello advierten que, pese a que el baño no debería suponer un riesgo, si lo es la "pérdida de las medidas de distanciamiento social" que suele implicar esta actividad.
Dismunición de la carga viral
En lo relativo al agua el mar, aunque afirman que "actualmente no existen datos de la persistencia del SARS-CoV-2", el efecto de dilución, así como la presencia de sal, "son factores que probablemente contribuyan a una disminución de la carga viral y a su inactivación por analogía a lo que sucede con virus similares".
"Sin embargo, la supervivencia del virus en agua de ríos, lagos, pozas de agua dulce y no tratada es superior en comparación con las piscinas y el agua salada y, por tanto, deben extremarse las medidas de precaución para evitar aglomeraciones, siendo éstos los medios acuáticos más desaconsejables en relación con otras alternativas", añaden.
Autores del informe
El informe ha sido redactado por seis investigadores de centros del CSIC: Ana Allende, del Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura (CEBAS-CSIC); Alicia de Andrés, del Instituto de Ciencias Materiales de Madrid (ICMM-CSIC); Antonio Figueras, del Instituto de Investigaciones Marinas (IIM-CSIC); Gloria Sánchez, del Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos (IATA-CSIC); Joan Grimalt, del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA-CSIC); y Carlos Prieto, Vicepresidencia Adjunta de áreas Científico-Técnicas del CSIC.