La Casa Asilo de Sant Andreu, de Barcelona, ha admitido que desde el inicio de la pandemia de coronavirus han fallecido 57 ancianos residentes y que otros 20 aún están en otros centros recibiendo atención médica.
En total, ahora viven en la residencia 70 ancianos, seis más que hace una semana y media, al haber mejorado su estado de salud y volver a ocupar sus plazas en este geriátrico, según se informa en su página web. Tiene capacidad para albergar 150 residentes.
Dispersión
De las 20 personas que continúan en otros centros, 16 están ingresadas en el sociosanitario Isabel Roig, tres en el Dolors Aleu y una en el Pere Virgili, y otras cuatro personas siguen en casa de sus familiares.
El pasado 17 de abril, sanitarios del Hospital Vall d'Hebron hicieron tests de coronavirus a 37 ancianos, que habían dado negativo en unas pruebas anteriores que encargó la dirección de la residencia a una empresa valenciana, y esta vez siete de ellos dieron positivo.
El 30% de los empleados
De los 91 trabajadores activos o de baja a los que se les hizo el test, 34 resultaron positivos, entre ellos, 15 que habían estado trabajando este mes de abril y que no habían presentado síntomas.
De los otros 57 trabajadores que dieron negativo, 17 estaban de baja y se irán reincorporando al trabajo, según ha informado la dirección.
Comunicación con las familias
La Casa Asilo ha agradecido el asesoramiento de Médicos Sin Fronteras (MSF) y el apoyo telefónico del servicio de epidemiología de la Agencia de Salud Pública de Barcelona desde el inicio de la pandemia.
Por lo que se refiere a la comunicación con las familias de los residentes, este geriátrico ha explicado que se ha visto afectada por el hecho de que las personas que habían asumido este trabajo han debido hacerlo desde su casa, después de pasar las pruebas, "por lo que no hemos podido efectuar todas las videoconferencias que nos hubiese gustado".