La contaminación del aire de Barcelona se ha reducido a la mitad en marzo a causa de la limitación de movimientos por la pandemia del coronavirus. En concreto, los niveles de PM10 (partículas de polvo) registran un descenso del 46%, mientras que la caída en el caso de NO2 (gas irritante) es del 59%, en datos de la Agència de Salut Pública de Barcelona (ASPB).
Según la ASPB, los descensos fueron mayores en las calles de distritos que, de forma habitual, tienen más tráfico y, por lo tanto, más contaminación (Eixample y Gràcia-Sant Gervasi), así como en la estación de Poblenou. Del mismo modo, si se extrapolan los niveles de las últimas tres semanas a la media anual, se cumpliría el nivel de referencia de la OMS y el valor límite anual de la UE (40 mg/m3).
Días excepcionales
A pesar de que los valores de contaminación han bajado durante el encierro, desde el 2 de abril ha habido algunas excepciones y se han registrado valores superiores a los 40 mg/m3 en algunas estaciones, más propios de un día laboral previo al confinamiento.
La ASPB explica que el incremento de los niveles de NO2 en algunas franjas horarias durante esos días se debe a la estabilidad meteorológica, ya que dificulta la dispersión de los contaminantes que se generan (ahora en menor medida por la reclusión y las restricciones de movilidad).
El NO2 y el PM10
El NO2 es un gas irritante que no se puede percibir a simple vista y que procede de la combustión de los vehículos a motor, las calefacciones y del transporte marítimo, y la ASPB calcula que hasta un 60% puede provenir del tráfico. Desde el inicio de las medidas de restricción de la movilidad, la media agregada de las estaciones de tráfico ha sido de 19 mg/m3 y en las de fondo urbano de 14 mg/m3.
El PM10 son partículas de polvo de menos de 10 micras, y en torno a un 20% de éstas se genera por los motores, los neumáticos y los frenos de los vehículos, mientras que el resto procede principalmente del polvo de las obras y de las nubes de polvo sahariano. Desde el inicio de las medidas de restricción de la movilidad, la media agregada de las estaciones de tráfico ha sido de 19 mg/m3 y en las de fondo urbano de 17 mg/m3.