Cuando entra en nuestro cuerpo un virus o una bacteria, nuestras defensas atacan al agente infeccioso antes de que cause daño. Obviamente, si nuestro sistema inmunológico no se encuentra fuerte y activo, este ataque puede resultar demasiado débil como para vencer a ese virus o bacteria. Es entonces cuando enfermamos.
Como reforzarlo
Vemos, pues, la necesidad de mantener a este sistema inmunitario en forma, reforzando nuestras defensas para garantizar que funcione perfectamente. Para ello, no sólo basta con medidas higiénicas que eviten el contagio de enfermedades, sino también mantener una dieta adecuada que contenga todos los nutrientes que necesitamos para que nuestro organismo pueda mantenerse alerta y defenderse de estos agentes patógenos.
El órgano más importante de nuestro sistema inmunitario es el intestino. Su correcto funcionamiento es vital para mantenernos sanos y fuertes. Su característica principal es que contiene mecanismos de defensa que limitan el acceso de sustancias nocivas al organismo y también es capaz de distinguir entre patógenos invasivos y antígenos inocuos procedentes de los alimentos y de bacterias comensales.
El papel de los probióticos
Los probióticos son microorganismos que se utilizan como complemento a las dietas y que aportan innumerables beneficios para el organismo. Los más destacados son las bacterias lácticas y las bifidobacterias, pero también hay otras bacterias que ayudan a mejorar nuestro sistema inmunitario y que se consideran probióticas.
Sus funciones principales son la de evitar el crecimiento de microorganismos dañinos o toxinas en nuestro intestino, a la vez que mejoran la función de la barrera intestinal. Es por este motivo que los probióticos se utilizan tanto para la mejora de nuestro sistema inmunitario, como también para recuperar o mejorar las funciones intestinales en el caso, por ejemplo, de haber estado bajo tratamiento antibiótico.
Recientemente el laboratorio PlusQuam Pharma ha lanzado al mercado español: Vitaplus® IB Support, un probiótico avanzado que ha demostrado su eficacia en la mejora de la sintomatología de los trastornos funcionales intestinales, la hipersensibilidad visceral o el dolor abdominal asociados al síndrome del intestino irritable y/o tras la colonoscopia. Por otro lado, recientes estudios han demostrado su eficacia como modulador del sistema inmunitario, reduciendo la incidencia de infecciones del tracto respiratorio superior.
Su fórmula contiene 25 mil millones de bacterias vivas, vitamina B12 y vitamina D3, que fortalecen su efectividad. Vitaplus® IB Support es compatible con la toma de antibióticos y puede administrarse a niños de a partir de tres años. Es apto para celíacos, diabéticos e intolerantes a la lactosa.
Importancia de la alimentación
Se tomen o no complementos que aporten probióticos, una buena alimentación es esencial, pues ayuda a fortalecer las defensas. No tendría sentido intentar disponer de una buena salud si no basamos nuestra alimentación en aquellos alimentos más sanos, reduciendo la ingesta, por ejemplo, de los procesados, especialmente la bollería industrial.
La clave de una buena alimentación es la variedad. Cereales, frutas, hortalizas, aceites, lácteos, carnes, pescados, etc., en definitiva, alimentos de todos los grupos deben ser incluidos en nuestra dieta, porque ninguno contiene todos los nutrientes que necesitamos. En este sentido, un buen consejo sería tomar 30 alimentos diferentes en una semana, en donde la mayoría de ellos sean de origen vegetal, con frutas y verduras variadas.
Alimentos a potenciar
Pero hay una serie de alimentos muy importantes y que pueden ayudar a fortalecer nuestros sistema inmunitario, y que deberíamos poner por delante del resto. Por ejemplo, dada la importancia de las verduras, podemos potenciar el consumo de brócoli y coliflor, por su acción anticancerígena. Otras verduras como los tomates y los pimientos, comidos en crudo, aportan vitamina C y los polifenoles necesarios para el organismo. Otra hortaliza muy interesante es el ajo, que en sí mismo es un antibiótico natural muy potente.
Las frutas cítricas tampoco deben faltar en nuestra dieta diaria, pues la vitamina C es un elemento que combate las cargas virales ambientales. Arroz, anacardos y cebada nos aportan selenio y son antioxidantes muy útiles para la prevención de algunas enfermedades y regulan también la función tiroidea.
Las legumbres son ricas en hierro. Lentejas, judías, garbanzos y guisantes pueden consumirse todos los días, pues concentran sustancias anticancerígenas y tienen gran carga de proteínas.
El ginseng también es un ingrediente de esta dieta recomendable para potenciar nuestro sistema inmunitario permitiendo que nuestro cuerpo resista mejor el frío y el calor, además del endocrino y del nervioso.
Endulzar nuestros alimentos y bebidas con miel es una muy buena idea, pues contiene sustancias de alta acción bactericida y actúa como antibiótico natural, desinfectando las vías respiratorias. Otro elemento dulce, es el chocolate negro, que no debería faltar en nuestra dieta, junto al yogur, pues sus encimas lácteas vivas mejoran la flora intestinal.
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Contenido elaborado en colaboración con Plusquampharma