Los jueces catalanes celebrarán bodas y vistas orales a puerta cerrada como medida de prevención ante el coronavirus y a la espera de que las consejerías de Justicia y Salud establezcan requisitos más específicos en este ámbito, donde tal como ha publicado Crónica Global, los funcionarios han advertido de la ausencia de un protocolo, lo que coloca a los trabajadores en una situación de posible colapso.
Los acuerdos llegan tras una reunión de la Comisión de la Sala de Gobierno sobre las medidas a adoptar para evitar la propagación del Covid-19, celebrada ayer, en la que participaron el presidente del TSJC y representantes del Departamento de Justicia y el área de Salud de la Generalitat.
Hasta que sean elaboradas unas pautas conjuntas con el departamento, y siguiendo las indicaciones de las autoridades sanitarias, se recomienda la adopción de las cautelas comunes, como evitar contactos físicos en saludos o equivalentes con profesionales y público en general.
Aplazadas las diligencias en centros de riesgo
Asimismo, el TSJC ha acordado aplazar las diligencias judiciales no urgentes a realizar en centros de riesgos (centros hospitalarios o psiquiátricos, de menores, centros de mayores, etc.), así como utilizar videoconferencias u otras herramientas que permitan la comunicación bidireccional para la realización de las diligencias urgentes con personas radicadas en esos centros.
También se limitará la asistencia de público a las actuaciones judiciales, como bodas y vistas orales.
"Todos somos conscientes de las incomodidades que pueden generar estos escenarios, también que la realidad se modifica a un ritmo que puede exigir alguna medida de superior impacto a las que aquí se sugieren, no obstante en nuestro compromiso está el trasladaros cualquier modificación que pueda ser operada por parte de las autoridades sanitarias o del propio Consejo General del Poder Judicial", indica el comunicado enviado a todos los jueces del territorio catalán.