Casi un centenar de profesionales del Hospital Universitario Germans Trias i Pujol (Can Ruti), centro sanitario público situado en Badalona (Barcelona), han sido enviados a casa tras descubrirse que habían estado en contacto con pacientes con coronavirus. Al parecer, los retrasos en la detección de personas infectadas vienen derivados de la decisión de la Consejería de Salud de centralizar los análisis en el hospital Clínic. Una decisión que ha puesto en pie de guerra a otros grandes centros hospitalarios.
Fuentes oficiales de Can Ruti han confirmado la medida y han asegurado que esos profesionales están perfectamente sanos, pero que al estar en contacto con pacientes sospechosos, se ha decidido aplicar esa prevención. No han querido concretar el número de personal sanitario que estará en cuarentena ni la cifra de pacientes infectados, pero las fuentes consultadas aseguran que son 90 profesionales, mientras que los enfermos podrían llegar a siete. Pero aseguran que el centro funciona a pleno rendimiento.
Según ha podido saber Crónica Global, las críticas de los profesionales de esos hospitales están centradada en el gerente del Institut Català de la Salut (ICS), Josep Maria Argimon, por no insistir en la necesidad de que Vall d'Hebron, Bellvitge y Can Ruti efectúen también esos análisis. El Clínic se ha convertido en un centro de referencia, pero el sistema habilitado para analizar las infecciones ha suscitado duras críticas en el sector médico, pues los retrasos en el diagnóstico ha dado lugar a que los profesionales estuviesen en contacto con los pacientes afectados sin saberlo. Por eso, centros como el Arnau de Vilanova (Lleida) o el Joan XIII (Tarragona) hayan decidido efectuar sus propios análisis.