El desahucio del bloque Llavors, en el barrio Poble Sec de Barcelona, ha obligado a los Mossos d'Esquadra a activar un despliegue policial de amplias dimensiones. Desde primera hora de la mañana del lunes 3 de marzo, un gran número de agentes se encuentra en las inmediaciones del edificio ocupado, en la calle Lleida 38 de la capital catalana.
Antes de las 7.15 horas han hecho acto de presencia mossos de las divisiones de antidisturbios del cuerpo catalán de policía. Una decena furgonas, como mínimo, ha paralizado el tráfico en esta vía, en la que también han hecho acto de presencia varios coches patrulla. Alrededor de 100 agentes habrían sido movilizados para llevar a cabo el desalojo del bloque Llavors, según RAC1. Los Mossos han declinado confirmar esta información "por seguridad".
Movilización vecinal
Varias asociaciones sociales y sindicatos vecinales de Barcelona han llamado a los residentes de la ciudad a presentarse en el cruce entre las calles Lleida y Joaquim Blume, como medida de presión para paralizar el desahucio. Dentro del edificio se han concentrado varias decenas de activistas, así como también los okupas del bloque que se han resistido a abandonar las viviendas.
A pesar de que los Mossos d'Esquadra se han presentado en el edificio a las seis de la mañana, no ha sido hasta varias horas después que ha comenzado el desalojo, ya que han debido esperar a la comitiva judicial, que ha hecho acto de presencia sobre las 8.20 horas.
Tensión entre activistas y Mossos
Algunos de los ciudadanos presentes tanto dentro como fuera del bloque Llavors han distribuido imágenes en las que denuncian el uso de la fuerza por parte de la policía catalana para llevar a cabo el desahucio. Los Mossos han comenzado a desalojar a los activistas que se concentraban en las escaleras del bloque y, finalmente, se ha ejecutado la salida de los residentes más de tres horas después de que comenzara el procedimiento.
No es la primera vez que este bloque de viviendas ocupado se enfrentaba a un auto de expulsión decretado por el juez. De hecho los vecinos consiguieron paralizar varios desalojos durante el último año. En esta finca vivían, de forma ilegal desde agosto de 2017, seis familias entre las que se encuentran personas de avanzada edad y también menores, según fuentes ciudadanas.
Desahucios del bloque Llavors
Los residentes del bloque Llavors se han enfrentado, desde julio de 2017, a seis intentos de desahucio. El último de ellos tuvo lugar en enero y se logró parar cuando la jueza decidió acogerse por primera vez al nuevo decreto Ley 17/2019 de medidas urgentes para mejorar el acceso a la vivienda.
Pero la misma magistrada dictó, a principios de febrero, el procedimiento de desahucio contra el que las familias interpusieron un recurso que resultó desestimado. Desde el 26 de febrero, los vecinos iniciaron una campaña con conciertos y actividades para asegurar la presencia de activistas dentro del edificio.