Mandos de los Mossos d'Esquadra han declarado este lunes que el mayor Josep Lluís Trapero, a quien se juzga por su actuación en el 1-O, siempre apelaba en la reuniones a la neutralidad del cuerpo, decía que eran "la policía de todos" y pedía rigor en las actuaciones policiales.
Así lo han testificado altos mandos del cuerpo autonómico en la sesión de hoy del juicio que se celebra en la sede que la Audiencia Nacional tiene en la localidad madrileña de San Fernando de Henares.
Región policial metropolitana de Barcelona
Uno de los que hoy han declarado, a petición de la defensa, es Joan Portals, que era comisario jefe de la región policial metropolitana de Barcelona y quien ha explicado que el 20 de septiembre de 2017, cuando la Guardia Civil llevó a cabo más de 40 registros por el 1-O, entre ellos el de la Conselleria de Economía, Trapero dio dos órdenes claras.
La primera de ellas, que en todos los registros se garantizaran absolutamente las salidas de las comitivas judiciales y de los detenidos, si los había. Y la segunda, que los efectivos que se encontraban en los puntos de vigilancia antiterrorista se agruparan en las unidades de orden público para reforzar la seguridad ante las concentraciones ciudadanas.
"Esfuerzo especial"
Ha insistido en que el mayor "siempre hablaba de neutralidad en las reuniones" y de que "éramos la policía de todos". Por su parte, Emili Quevedo, responsable de la comisaría general técnica de planificación de los Mossos, ha reconocido que desde el 22 de septiembre el cuerpo "estaba ya muy tensionado" y aún así Trapero les pidió un "esfuerzo especial".
Los mandos, ha añadido, llevaban un ritmo de trabajo "muy alto", pero el mayor les dijo que había que esforzarse, "no bajar los brazos" y "continuar con ese ritmo". Y "llamó a la prudencia y al rigor en las actuaciones policiales", ha apostillado.
Referéndum ilegal
Quevedo se ha referido a la reunión que el 28 de septiembre mantuvo la cúpula de los Mossos con el entonces presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y otros miembros del Govern, en la que quedó claro por parte de los dirigentes políticos que iban a seguir con la convocatoria de referéndum ilegal.
"Salimos (de la reunión) desencantados y frustrados", ha reconocido Quevedo, para explicar a renglón seguido que tras el encuentro llegaron a plantearse hacer un comunicado público que reflejara la opinión de los mandos de los Mossos, partidarios de cumplir la orden judicial e impedir la consulta.