Un año y cuatro meses de cárcel y otros dos sin poder acceder al metro de Barcelona. Un juez de Barcelona ha condenado a un grafitero por los daños que causó en un vagón en 2016. Una acción por la que también tendrá que abonar una multa de 2.340 euros.
En el fallo, hecho pública hoy por la compañía Transports Metropolitans de Barcelona (TMB), fechado el 14 de febrero y que se puede recurrir, el magistrado considera que el grafitero, un español de 32 años, cometió "un delito de daños en bienes de uso público o comunal".
Estación de La Pau de la línea 4
Los hechos se remontan al 9 de octubre de 2016, cuando el condenado, junto con otras cinco personas no identificadas, entró en la zona de vías de la estación de La Pau de la línea 4 y pintó con aerosoles tres coches de un convoy del metro.
Los daños fueron valorados por Metro en 2.121,35 euros en concepto de limpieza y sustitución de las juntas de las puertas y las ventanas, cantidad que el grafitero deberá pagar en concepto de indemnización por responsabilidad civil.
Collblanc en 2017
Fuentes de TMB han destacado que esta resolución judicial "confirma el camino marcado por otras sentencias anteriores", como una que este mismo mes ha condenado con penas de multa a otros dos grafiteros que fueron sorprendidos cuando pintaban un metro en Collblanc en 2017.
La aplicación del Código Penal para que las pintadas en los trenes sean considerados delitos y no faltas, como era hasta ahora, es una larga reivindicación de los operadores ferroviarios para frenar el impacto social y económico del vandalismo grafitero. "No es un simple deslucimiento que una limpieza pueda solucionar, hay un deterioro del material móvil y una perturbación del servicio público de transporte que recae en los usuarios", han señalado fuentes de TMB.