La tecnología suponen en la actualidad una ayuda a nuestra sociedad, aportándole nuevas herramientas con las que antes no contaba. Gracias a ellas se puede obtener mucha información, entre otros beneficios. Sin embargo, la tecnología es un arma de doble filo. Porque aunque es capaz de darnos muchas ventajas en nuestro día a día, también puede crearnos una gran adicción, algo que se está acentuando especialmente en niños y jóvenes.

En esta guía te vamos a hablar de la preocupante situación que vivimos con la tecnología, en especial con los teléfonos móviles y cuáles son sus principales soluciones.

¿Son adictos los niños a la tecnología?

Seguro que has escuchado alguna vez que los niños son como esponjas y que lo absorben todo. Esto es una gran verdad y en la actualidad los más pequeños de la casa viven rodeados de tecnología. Aceptamos de buen grado todo lo que venga de ella, desde televisores más grandes, hasta portátiles, tabletas o móviles que son capaces de reproducir cualquier contenido, juegos, películas o aplicaciones para leer un libro o una revista. Todo lo hacemos por medio de una pantalla y esto, al final, también salpica a los más pequeños, que ven que pueden divertirse con los juegos del móvil o incluso con vídeos musicales de Youtube.

Esto no ocurría antes, los pequeños de casa como mucho tenían su pequeña ración de dibujos animados a una hora en particular del día, ya que al tener pocos canales la televisión, se intentaba por todos los medios fraccionar los contenidos. Sin embargo, ahora prima la posibilidad de verlo a cualquier momento o en cualquier sitio, algo que los niños ya están acostumbrados y lo demandan. Las anteriores formas de entretenimiento van quedando de lado, como los juguetes tradicionales, escuchar a sus padres y madres, cantar o incluso salir a la calle con sus amigos. Todo lo hacen digitalmente y esto es algo que han aprendido gracias a los adultos.

El problema de la adicción a la tecnología de los jóvenes

En el caso de los jóvenes podemos hablar de la tecnofilia y de la nomofobia,  la adicción a los teléfonos móviles y al estrés que les genera separarse de estos dispositivos. En la actualidad los jóvenes encuentran en los ‘smartphones’ una herramienta con la que poder estar en contacto con sus amigos, chatear con ellos para hablar de cualquier cosa e incluso ayudarse en los deberes. Algo que podríamos ver como positivo, en ocasiones puede volverse nocivo. Están con sus terminales incluso cuando van a comer o cuando se acuestan, llevándose horas y horas conectados a las aplicaciones de mensajería para hablar con sus amigos o incluso conocer gente nueva por las principales redes sociales o en chats como los de SalasdeChatGratis donde pueden contactar con personas según su edad y sus intereses a través a sus diferentes salas temáticas.

Estas acciones hacen que al final el adolescente se aísle de su propia realidad y que deje de lado sus quehaceres y todo lo que está relacionado con su vida diaria. Pueden llegar a dejar de lado todo, incluso el colegio o instituto con sus deberes, los estudios, e incluso las amistades con las que puede pasear por la calle o jugar.  Se pieden esos contacto que no se tienen desde la pantalla de un teléfono móvil.

¿Qué soluciones existen para reducir esta adicción tecnológica?

La posibilidad de que nuestros hijos o jóvenes sean menos adictos a la tecnología y en especial a los teléfonos móviles está en nuestra mano, pero también en la de los chavales. Lo principal es ser un ejemplo para niños y jóvenes, por lo que si te ven a ti constantemente mirando el teléfono móvil, las notificaciones o hablando por WhatsApp o por cualquier chat o red social, al final no te tomarán en serio.

Si de verdad quieres que reduzcan el uso de la tecnología, tú deberás de ser el primero en ponerte las pilas y dejar el smartphone de lado, evitando usarlo y dándole un uso de al menos una hora o dos al día, a lo sumo. Bien es cierto que puedes usarlo para escuchar música o para ciertas actividades, pero tendrás que reducir al máximo su consumo, de esta manera los jóvenes verán que tú no lo utilizas y que se puede vivir sin depender de él.

Hay que hacerle ver a los adolescentes y a los niños que existen otras formas de entretenimiento y si comprueban que es posible pasar sin estos aparatos y que además, su vida puede cambiar a mejor porque les da más tiempo de hacer otras tareas o trabajos, al final terminarán por agradecértelo y desconectarán de las redes sociales o reducirán su uso al máximo.

La acción de eliminar un vicio o una adicción de estas características no es algo que se vaya a conseguir al momento, sino que requiere sus pasos, y la ayuda de todo el mundo que se le rodea. En el caso de los niños puede ser algo más sencillo, aunque con total seguridad los escucharemos llorar más de una vez porque quieren ver sus dibujos animados en la Tablet o en el móvil. Tenemos el deber de darle conversación, juegos o cualquier otro tipo de estímulo que los mantenga entretenidos.

Sin embargo, en los jóvenes tendremos que apoyarnos sobre todo del diálogo, conversar sobre sus aficiones, de lo que le gusta y no le gusta hacer. También deberemos de darle la posibilidad de que conozcan otras aficiones más sanas como practicar deporte, salir con los amigos de paseo, la lectura o incluso educarlos para un uso responsable de la tecnología. Destacaremos los puntos positivos, pero haciéndoles ver que un mal uso de estas herramientas puede ser muy nocivo y en vez de mejorar la vida, lo que te hace es esclavizarte y no dejar que puedas seguir con tu rutina de una manera sana.

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