Fiscalía pide dos años de prisión para un inspector de los Mossos d'Esquadra por dos delitos y tres faltas de lesiones durante el desalojo de los indignados de plaza Catalunya en mayo de 2011. El mismo agente, J.A., ya fue condenado en 2014 por golpear al que luego sería diputado de la CUP, David Fernández, en ese mismo operativo. 

Nueve años después de las cargas policiales de los agentes antidisturbios contra los acampados del 15M, el inspector se ha sentado en el banquillo de la Audiencia de Barcelona este lunes. Durante el operativo, ninguno de los agentes lucía visible su identificación --ahora es obligatorio en el casco y la parte delantera y posterior del chaleco--, pero Fernández reconoció al policía por las imágenes de otras de sus intervenciones y abrió la puerta a que otras víctimas del entonces subinspector lo denunciaran a su vez.

Desalojo por la final de la Champions 

La intervención en la acampada del 15M, movimiento que en 2011 vivió su momento de popularidad más álgido, se planificó inicialmente junto a la Guardia Urbana como un intento de limpieza de la plaza de Catalunya ante la inminente celebración de la final de la Champions League. No obstante, los indignados entendieron que la operación de limpieza no era más que un excusa para sacarlos de la plaza y se atrincheraron en su acampada, entrelazándose por los brazos y sentados en el suelo, mientras cada vez los concentrados se hacían más numerosos.



A lo largo de toda la mañana del 27M, los antidisturbios cargaron contra grupos de indignados que se limitaban a recibir los golpes con las manos en alto, sin lograr su propósito: horas más tarde, las tiendas de campaña se multiplicaban y miles de manifestantes se reunían en plaza de Catalunya.

Imputación del director de Mossos

El controvertido intento de desalojo fue investigado por la justicia, en una causa que le costó la imputación a Manel Prat, entonces director del cuerpo, y que el juez archivó al estimar la actuación policial proporcionada, con la excepción de algunos excesos cometidos por agentes no identificados, entre los que David Fernández reconoció a J.A. 



Inicialmente, la Fiscalía pide dos años de cárcel para el ahora inspector --actual jefe de recursos operativos de los Mossos-- por dos delitos y tres faltas de lesiones, pena reducida porque, aunque reconoce que el agente usó la fuerza "de forma no proporcionada", le aplica la eximente de cumplimiento del deber.

Actitud pacífica

Los lesionados, que piden para el subinspector penas que superan los ocho años de prisión, han reconocido hoy ante el tribunal a J.A. como el agente que les golpeó en la cara, la espalda, el labio, las piernas o las manos --dos de ellos requirieron puntos de sutura--, mientras permanecían sentados en el suelo, en actitud totalmente pacífica.



"Me vino a la cabeza la película Gandhi", ha dicho uno de los heridos, un hombre que acudió a la acampada alertado por las noticias del desalojo porque su hija estaba entre los indignados y que ha descrito cómo J.A. "empezó por una punta, pegando a todas las personas concentradas", que esperaban "su turno" para ser golpeadas, sin oponer resistencia alguna.