Hace apenas una semana, los Mossos d’Esquadra detenían a un hombre por tratar de estafar al propietario de un piso con el timo de los billetes tintados falsos. Poco antes, la Agencia Negociadora del Alquiler (ANR) revelaba que el 10% de los fraudes que sufre el sector inmobiliario está relacionada con la falsificación de documentos. Los métodos no son nuevos, pero sí se han sofisticado.
El presidente del Colegio y Asociación de Agentes Inmobiliaros (API) de Girona, Joan Company, prefiere no vincular las estafas con las nuevas tecnologías y remarca que los engaños son puntuales. Pero eso no implica que no se den. Él mismo recuerda la época en la que se hacían “burdas falsificaciones con la fotocopiadora”, y asegura que no hace tanto tiempo de eso.
Fotocopia vs Photoshop
Pero si antes se hacía con la fotocopiadora, ahora, con los programas de edición de imágenes, descubrirlo es más complicado. Falsifican especialmente nóminas o la documentación necesaria para justificar ingresos para conseguir un alquiler, indican desde la ANR.
El subdirector general de Donpiso, Emiliano Bermúdez, reconoce que "algún inquilino ha tratado de inflar alguna nómina o presenta documentación errónea", aunque, como confirman las diferentes inmobiliarias consultadas, quieren minimizar el impacto. Insisten en que son gente de confianza y que su trabajo es evitar que esto suceda. Aun así, admite que todos los profesionales del sector han oído hablar de muchos casos de estafa y la mayoría conoce algunos que han logrado destapar a tiempo.
Tecnología y legislación
Bermúdez reconoce abiertamente que con las nuevas tecnologías "es muy complicado verificar si las nóminas son correctas o no". Desde la ANR señalan que "con la tecnología existente es muy sencillo crear una nómina o hacer un duplicado de ella, variando el contenido de los datos".
Sobre la falsificación de billetes, Bermúdez insiste en que eso no es habitual en las inmobiliarias, aunque puede suceder más entre privados. La razón es que existe una ley que impide realizar transacciones económicas en efectivo cuando estas superan los 2.000 euros. “Muchos la desconocen”, alerta, y se acercan con el dinero en mano. La normativa evita el blanqueo de dinero y, a la vez, limita la posibilidad de que se produzcan timos con billetes falsos.
Hacer las preguntas adecuadas
Los engaños, por mucho que el sector trate de minimizarlas, existen. La inmobiliaria Arrel y Donpiso señana que, para evitarlos, a veces es tan sencillo como hacer las preguntas adecuadas, incluso repreguntar varias veces, como apunta un profesional de otra inmobiliaria que prefiere no dar su nombre, para cazar al estafador.
Pero cuando se llega a la entrega de documentos, insiste Bermúdez, detectar las falsificaciones es “casi imposible”.
Alquileres prohibitivos
“Poner el foco en el fraude no es la solución”, subraya Bermúdez. El director general de ANR, José Ramón Zurdo, denuncia que la situación del mercado del alquiler "se está deteriorando cada vez más". Coincide con Bermúdez al diagnosticar el mercado está "asfixiado por la falta de oferta".
"Los alquileres son prohibitivos", secunda el subdirector de Donpiso. Tanto es así que ve "normal" que la gente trate de presentar documentación falsificada. "Es gente que necesita una vivienda y para conseguir el beneplácito" del propietario se ven abocados a estos métodos.
¿Delito o necesidad?
Pese a que existan las estafas, las inmobiliarias prefieren no acusar a las personas que no lo hacen como un acto criminal, sino para poder acceder a un piso. "La demanda de alquiler aumenta cuando la gente no puede comprar", los sueldos no permiten acceder a la propiedad y eso lleva a necesidad de vivienda de alquiler, y la oferta, asegura el subdirector de Donpiso, "es insuficiente". Una lógica económica que va en aumento.
"Esta falta de oferta", apoya Zurdo, "provoca una escalada de precios en la que muchos inquilinos o quedan fuera del alquiler o su esfuerzo financiero traspasa el máximo riesgo que una familia debe asumir, es decir, por encima del 30% o 35% de los ingresos destinados a la renta de alquiler".
Políticas públicas
La agencia negociadora y la inmobiliaria coinciden en la causa y en la solución: la política pública. “Políticas intervencionistas que penalizan y que prevén penalizar aún más a los propietarios particulares de viviendas y empresas destinadas al alquiler” empeoran la situación, opina Zurdo. Para el director general de ANR, “el nuevo Gobierno debe apostar por incentivar el mercado, mimando la oferta y alentando a que los nuevos propietarios destinen sus viviendas vacías al alquiler”.
Bermúdez apuesta por aumentar la oferta de vivienda. “El gran grueso de la vivienda no está en manos de los bancos o las empresas sino de los particulares”, advierte. "Si no se facilita que estos pongan la vivienda en alquiler, los precios seguirán subiendo", augura, por lo que pide a la administración “que no penalice a los propietarios”. Zurdo lo avala y defiende "políticas púbicas que doten de mayor seguridad jurídica a las personas y empresas que destinen sus inmuebles al alquiler".
El subdirector de Donpiso, además, reclama más inversión pública y público-privada en vivienda de alquiler social para aumentar la oferta de inmuebles que ayude a suavizar los precios. "Hay una cosa que es evidente y es que, mientras vayamos rodeando el problema, no lo solucionaremos", sentencia.